ESPAINIAKO HAUTESKUNDEAK. La caída de Ahal Dugu y el españolísmo del PP llevan a Rajoy a ser más presidente

MAUDILI PRIETO

Mariano Rajoy ha ganado las elecciones españolas. No las ha ganado el PP. Las ganado el garrulismo, la falta de ganas de trabajar y el alcalde que coge sus vecinos diciendo yo soy español, español, español. Y es que con 137 escaños (aumentando 14 respecto al 20 de diciembre), Rajoy tiene la llave de la gobernabilidad estatal, pero ello no le garantiza que tenga el poder. Todo dependerá del valor de atrevimiento de un PSOE arrasado. De 90 a 85. La guapura de Pedro Sánchez no funciona. Se ha quedado calado en mitad de la autopista al Congreso. Pero peor lo tuvo Ahal Dugu.
Pasamos del “sorpasso” que anunciaron las fallidas encuestas que ETB también paga al “zarpazzo” del votante que se quedó en casa (la participación fue del 69.84% de los votantes). Se ha demostrado que unirse a Izquierda Unida no va a ninguna parte, como también que los apoyos en favor del derecho a decidir se ha diluido en favor de la unidad nacional que ha dado a un PP corrupto el máximo poder posible. Se quedo como estaba (71); ganó en Euskadi y Catalunya, pero en País Valencià y Madrid quedo como segunda fuerza. Así, ese voto urbano, joven y sobradamente preparado o se quedo en casa o se fue a la playa o està trabajando en el extranjero (otro de esos escándalos como es el voto por correo). Luego tenemos a Ciutadans y Albert Rivera. Tan usado como palo de fustigar los nacionalismos catalán, vasco y gallego que no se dio cuenta que le estaba haciendo el Trabajo sucio al PP. Bajó 8 escaños (32). Y acabado el panorama de los cuatro grandes candidatos, vamos a los nuestros. Euskalherria (mejor dicho, la CAV) quedo representada con 7 escaños. Bajón jeltzale preocupante (PNV 5) y EH Bildu se queda en la nada (2) porque no consigue remuntar. Lo que es evidente es que el nacionalismo vasco debe replantear sus acciones. Es consabido que BIldu se ha aliado con el mundo del dinero neguriano (recientemente, el Colegio de Abogados de Bizkaia ha sido denunciado por la Comisión española del Mercado y la Competencia por inducir a ciertos bufetes de abogados a expoliar a Bankia en los procesos por las Preferentes) y ello provoca una huida de votantes que ya ni van al colegio electoral. Aitor Esteban, por su parte, debe replantearse si es el mejor candidato posible para representar a los jeltzales. Las otras tres fuerzas que andan al Congreso son ERC y CDC (9 y 8 respectivamente), que sostienen el independentismo catalán, siendo el bloqueo al cambio y la diputada canaria Oramas con su CC, que acredita que los canarios creen algo en su país y no como en Galicia, donde el BNG se está borrando. Lo que si queda evidenciado es que
el Estado, con ese aire español (ni siquiera castellano), no quiere cambiar. Prefiere morir en un hospital, no tener educación o perder científicos antes que romperse entera o que Piqué deje de marcar goles con “La Roja”. Euskadi y Catalunya son islotes en mitad de ese mar, pero también se ha demostrado –léanse los resultados en Catalunya- que su falta de honradez también tiene consecuencias aunque hayan conspiraciones.