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EDITORIALA. Brusela,M22

EDITORIALA. Brusela,M22 No cabe añadir mucho tras ver como se saturó nuestro servidor al usar muchos lectores el dial de servicios para seguir lo sucedido este 22 de marzo en Bruselas, con sendos atentados suicidas en el aeropuerto y el metro de la capital belga, provocando 34 muertos y unos 200 heridos. Lo que queda claro es que la policia belga anda buscando a la especie de Inspector Clouseau que se desmarcó de los dos suicidas con guante en solo una mano, como así a todos los amigos del recién detenido Salah Abdeslam que han organizado esta "juerga islámica". No vamos a reiterar desde nuestras páginas la opinión al respecto: los musulmanes, si quieren acabar con ellos, deben tirar sus ideas -de uso sui generis en Euskalherria cuando se trata de cobrar ilícitamente la RGI o reparten drogas en Bilbo Zaharra-si quieren que se les abran las puertas sobretodo a los refugiados sirios ahora atrapados y con billete de vuelta a Turquia. El problema es que Daesh no es nada más que una chusma de gente que ha nacido y vivido en Europa del cuento del sistema saltándose las normas europeas y de Alá haciendo del rollito musulmán su modus vivendi pagado por aquellos que les convienen que existan esta gentuza. Pero la manera de quitarse del medio a esta gente es renegando de lo que la sustenta. Del mismo modo que un ateo nunca llevaría a su hijo a un colegio religioso, ni sea concertado o ikastola, tampoco una musulmana debe llevar su niqab si siguen habiendo muertos en Nigeria o en Bélgica. Renunciar a ser es lo que quita audiencia y cierra el canal. Sin embargo -y de ahí lo sucedido con el mal llamado "pacto de la vergüenza" de la UE-, los musulmanes han venido a cobrar, a vivir de los servicios sociales, a joder las mujeres en Urteberri en Alemania y a exigir ir a un país y no a otro. ¿Estereotipos?.No, realidades de las que se aprovechan los políticos y los populistas. Cuando se huye de una guerra (y los vascos lo sabemos bien), uno se agarra a lo que sea. Pues si pasó lo de Bruselas fue porque existe el mercado que lo sustenta,llámese petróleo,llámese Mahoma o llámese refugiado en Idomeni. Goian bego biktimieei.

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