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NI,ZU TA BIOK.Cuando los gitanos ya son un problema social

MAUDILI PRIETO

Antes que nada, que conste que tengo amigos gitanos, que soy respetado por los mismos, que los he tenido de compañeros y que he tenido buenas relaciones con patriarcas como el Tío Emilio de Badalona. Lo aviso para que nadie interprete que esto es un alegato racista. Más bien es un alegato de un problema social producido gracias a unas administraciones que lo han tolerado todo. Como han sabido muchos lectores, hace unos días, la Ertzaintza detuvo y metió en prisión en Bilbo al autor material de la muerte de un joven en la zona de ocio Vila Olímpica de Barcelona. Dicho asesinato no fue más que una pelea entre clanes gitanos. Justamente he leído el artículo del compañero de "El Periódico de Catalunya", Guillem Sánchez, en el que se explica que en la Otxarkoaga catalana (La Mina) hay una lucha de clanes por la muerte de uno de los miembros de uno de los clanes más violentos, provocando la huida de medio centenar de personas de este barrio y del barrio badalonés de Sant Roc abandonando sus casas e incluso huyendo fuera de Catalunya y ante un Consejo Gitano que ha manifestado que no puede intervenir para que una de las familias más violentas de la comunidad no haga un disparate y mate a otros de sus miembros en virtud de la ley gitana. A pesar que la policia catalana dice que no les consta ninguna acción de este clan, los servicios sociales y el sistema educativo nota ese terremoto soterrado bajo el amparo de la ley gitana. Lo que es evidente es que si en el 2015 estamos así, es que algo no anda bien. Las administraciones, sobretodo gobernadas por nacionalistas y partidos de izquierdas, lo han permitido todo a ciertos colectivos y el gitano ha sido uno. Cuando se albora uno que quiere progresar, que quiere ser abogado, químico o ingeniero, llegan todos los demás para estropearlo. Se vive muy bien con el RGI, con la asistenta social y vendiendo bragas con la "fragoneta" sin pagar IVA. Esto no les hace peor que a los ladrones del PP valenciano o madrileño, pero si le deja en evidencia ante una cuestión: no quieren cambiar. Es innegable que el pueblo gitano siempre ha sido maltratado, pero a este pueblo maltratado ya le va bien seguir siéndolo y la generación nacida en los 90 está cómoda en esta posición para ganar dinero fácil, deber a todo el mundo, asaltar a abuelitos por la calle y tener segura una pensión a cargo del dinero de todos. Incluso la Generalitat tiene contratado un representante del pueblo gitano por 60000 euros anuales. ¿Qué no son ciudadanos como los demás?. En la Catalunya Nord, los gitanos, que son los que más salvaguardan el uso del catalán de la presión del francés, se hartaron tanto del trato gubernamental humillante frente a los musulmanes que acabaron votando a Marine Le Pen. ¿Por qué hay dieron un paso al frente y se aliaron con un enemigo para hacer frente a un enemigo peor y en La Mina ni siquiera se da un paso al frente para progresar?. Porque la diferencia es que a Convergència, al PSOE, a Podemos, a Esquerra e incluso al PP ya les viene bien que los gitanos sigan en su mundo. Guitarritas, drogas y robando coches. Si aquello que vemos de forma repetida en un canal de TDT en los filmes de Perros Callejeros sigue siendo vigente ahora, es que la política ha hecho del colectivo gitano un problema social. Y el que duerme en Basauri no es más que el ejemplo del desastre.



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