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ORAIN KALERA.Una bertsolari en el Senado español

YOLANDA VEIGA, El Correokoa

A punto estuvo Iñaki Anasagasti de perdérselo, pero ella lo mandó llamar discretamente. La senadora del PNV María Eugenia Iparragirre (Irún, 1968) ha acabado hoy su intervención en el último pleno de la legislatura con una sentida despedida a los compañeros que lo dejan. A todos y especialmente a los suyos, Iñaki Anasagasti y Rut Martínez. «Se me ocurrió el día antes. Pero el bertso no es mío, se lo pedí a un amigo». Unas líneas sencillas de agradecimiento: «Estoy deseando veros de nuevo», cerró. «Pedí a los senadores que no usaran pinganillo y después repartí unas fotocopias con el bertso y la traducción»Y bajó la cabeza en los aplausos porque se emocionaba. «Me he tenido que aguantar las lágrimas, al cantar he fijado la vista en un punto concreto, en la tribuna de arriba, porque por un momento he cruzado la mirada con la de mi compañera Rut y la he visto emocionarse. ¡Y no se puede cantar y llorar!», bromea la senadora jeltzale, un poco «abrumada» por la repercusión de un acto que iba a ser casi íntimo. «Al acabar se ha acercado muha gente. Un senador del PP por Valencia me ha pedido mi cuenta de Twitter y otro del PSOE me ha solicitado el audio porque no estaba y le habían dicho que ‘la vasca’ había cantado. Otro socialista lo ha grabado y lo ha colgado en Facebook y también Carmen Alborch lo ha subido a las redes». A Alborch, desde luego, se la ve aplaudiendo con entusiasmo. Por el detalle y por la sorpresa, porque Iparragirre solo se lo dijo a una persona, una senadora de Convergencia a la que le une una estrecha amistad. Con tantas prisas, de la petición formal ni se acordó. «Me he encontrado por los pasillos con el presidente del Senado, Pío García-Escudero, y me ha dicho: ‘Has hecho muy bien en no pedir permiso, porque igual no te lo habrían dado».Iparragirre, licenciada en Magisterio, casada y madre de dos hijos, ocupa desde hace dos años y medio el cargo de senadora por el PNV (son cinco). «Me hicieron una acogida muy buena y Anasagasti, por ejemplo, lleva muchos años (desde 2004) y es una persona a la que hay que poner en valor». El senador del PNV captó el homenaje con su cámara de fotos y después se fueron a comer juntos los tres. «Rut y yo nos abrazamos y estuvimos llorando. Iñaki no ha llorado pero me ha confesado que estaba desconcertado».Como el resto de senadores, que escucharon el bertso sin la traducción simultánea. «Les pedí que no se pusieran el pinganillo. Después, repartí unas fotocopias con el bertso escrito y la traducción». Iparragirre cantó a la amistad por encima de los antagonismos ideológicos -«un abrazo a todos de corazón»- y al debate respetuoso en un espacio, el Senado, que es «un poco invisible». Desde hoy es un poco más visible, aunque haya tenido que ser una anécdota la que lo devuelva a los titulares. Después de la pequeña revolución mediática que ha montado hoy, Iparragirre continuará su labor como senadora, que la ha alejado temporalmente de las aulas -es profesora de Educación Infantil en el Colegio Compañía de María de Irún, en el que también estudió-. Además, es miembro del Orfeón Donostiarra, donde es soprano primera. Se afilió al PNV en 2004 y ejerce de portavoz de su grupo en las comisiones de Cooperación Internacional para el Desarrollo, de Economía y Competitividad, de Fomento, de Igualdad y de las Comunidades Autónomas en el Senado.

Bertsoa

Legislatura honetan,

zuen laguntzakin,

eskerrak ematea

behartua naiz ni.

Alderdikoak eta

beste guztiei,

besarkada denei

bihotz-bihotzetik.

Harremana politak 

zenbait jendeekin,

lanean lana eta

besteetan berdin..

Horregatik dizuet

berriz nere eskerrik,

berriro ikusteko

irrikitan nabil

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