USTED ESTÁ ACREDITADO.30 años de mujeres en la Ertzaintza
MAUDILI PRIETO
Las de la Ertzaintza están de celebración.Si,digo bien,"las".Y es que en estos tiempos de excarcelaciones por injustícias de las españas ante Europa que,para celebrarlo,se prepara una cadena humana entre Durango e Iruñea y de una Fagor que,en pleno proceso de liquidación,se dedica a amenazar a los supervivientes de su desastre,la policia de la CAV recuerda los 30 años de la primera promoción de 94 mujeres que entraron al cuerpo.A estas mujeres,hoy heroínas en unos tiempos de transición y de reinicio de la sociedad tras la oscuridad del franquísmo,les recordaban a diario que no habían servido al Estado español mediante el servicio militar,pero se les aplicaba la dura disciplina en la Academia de Arkaute.Las agentes de entonces,en pleno homenaje,cuentan lo mismo."No éramos conscientes de que estábamos haciendo historia.Nuestra promoción fue la más estricta de todas y ahora se han relajado las formas",dicen.Más de una recuerda que tanto compañeros como ciudadanos se pensaban que eran azafatas,sin posibilidad de solucionar nada.
También están los uniformes.Pensados por el diseñador Javier de Juana,eran desastrosos.Una falda de tubo y zapatos de tacón.O cuando las inundaciones del 83,que fue su primer gran reto,muchos compañeros entendieron que ellas no podían.Ahora,las cosas han cambiado,pero las mujeres ertzainas en según que puestos-como los de comandamientos o beltzak-son una ínfima minoria.Ellas iniciaron el camino para muchas agentes,más allá de las dificultades internas y externas e incluso de venta al Estado del cuerpo,y fueron un símbolo para lo que debía ser la nueva policia que debería proteger aquella CAV inicial.Esa CAV que ahora discute aún si un medico de Osakidetza debe saber euskara o no.Reconocen que todo ha mejorado,pero que el sexismo sigue.30 años,como dice la canción,no son nada si han sido a fin de bien.Pero la Ertzaintza debe cambiar muchos tics y los políticos deben dejar de manejar el cuerpo como su fuera su juguetito.
Las de la Ertzaintza están de celebración.Si,digo bien,"las".Y es que en estos tiempos de excarcelaciones por injustícias de las españas ante Europa que,para celebrarlo,se prepara una cadena humana entre Durango e Iruñea y de una Fagor que,en pleno proceso de liquidación,se dedica a amenazar a los supervivientes de su desastre,la policia de la CAV recuerda los 30 años de la primera promoción de 94 mujeres que entraron al cuerpo.A estas mujeres,hoy heroínas en unos tiempos de transición y de reinicio de la sociedad tras la oscuridad del franquísmo,les recordaban a diario que no habían servido al Estado español mediante el servicio militar,pero se les aplicaba la dura disciplina en la Academia de Arkaute.Las agentes de entonces,en pleno homenaje,cuentan lo mismo."No éramos conscientes de que estábamos haciendo historia.Nuestra promoción fue la más estricta de todas y ahora se han relajado las formas",dicen.Más de una recuerda que tanto compañeros como ciudadanos se pensaban que eran azafatas,sin posibilidad de solucionar nada.
También están los uniformes.Pensados por el diseñador Javier de Juana,eran desastrosos.Una falda de tubo y zapatos de tacón.O cuando las inundaciones del 83,que fue su primer gran reto,muchos compañeros entendieron que ellas no podían.Ahora,las cosas han cambiado,pero las mujeres ertzainas en según que puestos-como los de comandamientos o beltzak-son una ínfima minoria.Ellas iniciaron el camino para muchas agentes,más allá de las dificultades internas y externas e incluso de venta al Estado del cuerpo,y fueron un símbolo para lo que debía ser la nueva policia que debería proteger aquella CAV inicial.Esa CAV que ahora discute aún si un medico de Osakidetza debe saber euskara o no.Reconocen que todo ha mejorado,pero que el sexismo sigue.30 años,como dice la canción,no son nada si han sido a fin de bien.Pero la Ertzaintza debe cambiar muchos tics y los políticos deben dejar de manejar el cuerpo como su fuera su juguetito.
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