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ORAIN KALERA.El rey pide unidad y tacha la independencia de «quimera»

IÑAKI IRIONDO
Una semana después de que cientos de miles de catalanes reclamaran la independencia en las calles de Barcelona, el rey de España hizo pública ayer una «carta» en su página web en la que llama a «la unión y la concordia», y asegura que «lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas».Desde la Casa Real afirmaron que la publicación de la carta fue una iniciativa del propio monarca, de la que se informó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. A este «le pareció bien», según precisaron otras fuentes. Oficialmente se añade que el escrito no puede interpretarse únicamente en relación con Catalunya, sino también, y a partes iguales, como un llamamiento en favor de la paz social y una defensa de las instituciones.La carta de Juan Carlos I comienza dando por hecho que su preocupación es compartida, al escribir que «no soy el primero y con seguridad no seré el último entre los españoles que piensa que en la difícil coyuntura económica, política y también social que atravesamos es imprescindible que interioricemos dos cosas fundamentales».La primera «cosa fundamental» es que «solo superaremos las dificultades actuales actuando unidos, caminando juntos, aunando nuestras voces, remando a la vez». En opinión del monarca, «estamos en un momento decisivo para el futuro de Europa y de España y para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar». Y sostiene que«lo peor que podemos hacer es dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas».A su entender, «no son estos tiempos buenos para escudriñar en las esencias ni para debatir si son galgos o podencos quienes amenazan nuestro modelo de convivencia».Defiende que estos momentos «son, por el contrario, los más adecuados para la acción decidida y conjunta de la sociedad, a todos los niveles, en defensa del modelo democrático y social que entre todos hemos elegido».La segunda «cosa fundamental» es «recuperar y reforzar» desde «la unión y la concordia», «los valores que han destacado en las mejores etapas de nuestra compleja historia y que brillaron en particular en nuestra Transición Democrática: el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general, la renuncia a la verdad en exclusiva».La carta finaliza, sin ni siquiera despedirse, señalando que los anteriormente citados «son los valores de una sociedad sana y viva, la sociedad que queremos ser y en la que queremos estar para superar entre todos las dificultades que hoy vivimos».
Este escrito del monarca español le supuso recibir las críticas de portavoces de CiU, PNV, ERC, BNG, CC e IU, mientras que recibió el aplauso del PP y una sonora ovación de UPyD, cuya portavoz, Rosa Díez, anda ya abanderando la supresión de la autonomía de Catalunya por vía del artículo 155 de la Constitución española.
No fue Juan Carlos I, «mando supremo de las Fuerzas Armadas», el único en tomar posiciones en Internet; también lo hizo el teniente general retirado Pedro Pitarch, exdirector de Política de Defensa y exjefe del Eurocuerpo, quien escribió en su blog que «un estado catalán independiente es hoy impensable, ni siquiera por las buenas, porque no cabe en la constitución. Y mucho menos por las malas».Señaló que declaraciones más contundentes, como las que hizo hace unos días el coronel Francisco Alemán, son meras opiniones personales, pero que «reflejan estados de opinión y líneas de pensamiento muy arraigadas en amplios sectores de las FAS». Recordó que la misión constitucional del Ejército de «garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional» es algo «sagrado» para los militares y para una gran mayoría de ciudadanos.La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, puso al presidente del EBB, Iñigo Urkullu, como ejemplo ante el president de la Generalitat, Artur Mas, al afirmar que incluso el líder del PNV le ha tenido que recordar que la crisis económica es la prioridad.Santamaría declaró ayer en Telecinco: «Pido en primer lugar que esos dirigentes [catalanes] vean por dónde va el mundo. Hasta otros nacionalistas les han tenido que recordar por dónde va el mundo». La vicepresidenta española recordaba así las recientes declaraciones de Urkullu en las que afirmaba lo siguiente: «Somos un partido que aspira a la independencia de Euskadi», pero «hay que saber en qué mundo vivimos»; «la secesión es una palabra demasiado grande»; o el PNV «nunca ha renunciado a sus principios», pero «somos conscientes en cada momento de cuál es la realidad con la que trabajamos. Pisamos suelo».El portavoz del Govern, Francesc Homs, respondió ayer que la Generalitat no se siente «aludida» por la carta real, ya que desde Catalunya se aportan «soluciones», y avisó de que el pueblo catalán «no renunciará a su condición de nación» ni a su «derecho a decidir».«No nos sentimos aludidos por el contenido de este escrito. Estamos totalmente de acuerdo en que no hay que perseguir quimeras; eso está muy lejos de lo que plantea Catalunya», declaró Homs durante la rueda de prensa que siguió a la reunión del Govern.En vísperas de que el presidente catalán, Artur Mas, se reúna mañana en Madrid con el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, para hablar de la propuesta catalana de pacto fiscal, Homs subrayó que Catalunya «está aportando continuamente soluciones, que no son quimeras».Según informó Efe, Homs también declaró que «al pueblo de Catalunya no se le puede pedir que renuncie a lo que es, a su condición de nación, a su personalidad, a su identidad, a sus ganas de decidir por sí mismo en todas aquellas cosas que hoy día pueden decidir todas las naciones del mundo».El portavoz de la Generalitat intentó evitar cualquier declaración de reproche hacia el rey y dijo no tener «ninguna duda» de que, en el debate sobre el pacto fiscal y otras reivindicaciones catalanas, el monarca no se extralimitará en las «funciones que tiene encomendadas» dentro del marco constitucional.Además de poner de relieve la «fluida» relación institucional entre Generalitat y Casa Real, Homs «agradeció» la presencia del jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, en la conferencia que dio Mas en Madrid la semana pasada, justo después de la multitudinaria manifestación independentista en Barcelona con motivo de la Diada.

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