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ORAIN BEREZIA.Fraga Iribarnek buruz.

ORAIN BEREZIA.Fraga Iribarnek buruz. LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA ES ÉL
IÑAKI IRIONDO/Kazetaria
El actual presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró ayer que «todos sentimos mucho la muerte de Manuel Fraga, y ahí está ya en la historia de España, como uno de los grandes del pasado siglo y de este en el que estamos». Palabras que recuerdan a las que el propio Fraga dedicó a otro «grande». El día de la muerte de Francisco Franco, su exministro afirmó que el dictador fue «un gran hombre», «el mayor y más representativo de los españoles del siglo XX» y «uno de los mayores gobernantes que hemos tenido en nuestra historia». La similitud de las comparaciones no es una casualidad sino un hilo conductor.
Como no es casualidad que Rajoy alabe, entre otras facetas de Fraga, «al joven ministro de Información y Turismo que, en tiempos difíciles, consiguió proyectar al mundo la imagen de una España que despertaba poco a poco a la modernidad». Con «tiempos difíciles» el presidente del Gobierno español se refiere a una dictadura criminal y a movimientos que surgieron en toda Europa para protestar por esa criminalidad. Y si Rajoy no pronuncia la palabra dictadura, será quizá porque comparte, como dijo Fraga 28 de junio de 1962 ante el Consejo de Europa, que bajo la bota de Franco en España regía una «democracia institucional» con «algunas libertades políticas limitadas pero no abolidas».
«Spain is different»
La misión de propagandista del régimen en el exterior, en su versión turística, se sintetizó en el lema «Spain is different», que también resume el futuro del propio Manuel Fraga. Porque «España es diferente» se pudo consentir que un ministro de la dictadura que nunca rompió con ella, un gobernante que en 1976 sostuvo que matar obreros en una huelga en Gasteiz era «una gran lección para todo el país en los próximos meses», pudiera poco tiempo después participar en la redacción de una constitución que se pretendía democrática.
En los seis meses que estuvo al frente del Ministerio de la Gobernación, las FSE mataron a quince personas. Se lamenta la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo de que haya muerto sin responder ante los tribunales de esas y otras muchas muertes. Pero ocurre que intentar juzgar a Manuel Fraga por esos hechos es no solo pretender juzgar a la dictadura franquista, sino también juzgar toda la reforma y a sus protagonistas.
En Argentina se ha abierto una tenue luz en esa dirección, porque hace tiempo que en el Estado español se renunció a ello. La «modélica transición española» se sustentó sobre una Ley de Amnistía que, en realidad, constituyó también una Ley de Punto Final para «los delitos cometidos por los funcionarios y agentes del orden público contra el ejercicio de los derechos de las personas». Ningún franquista fue a la cárcel por sus actos y ninguno tuvo nunca que devolver ni el poder ni las fortunas que amasó durante la dictadura, poder y fortunas que en muchos casos fueron conseguidos robando y expoliando a los vencidos.
Y, sin embargo, como «Spain is different» -aunque le encanta dar lecciones a otros estados-, ahora nos encontramos con que Alfredo Pérez Rubalcaba, exvicepresidente del Gobierno y precandidato a liderar el PSOE, asegura que Manuel Fraga «fue un servidor público impecable». ¿Cuándo? ¿Cuándo según el documento clasificado con número F 2428 -del que en su día dio información el periodista José Félix Azurmendi-, siendo ministro de Gobernación, financió a los carlistas ultraderechistas que mataron a dos personas en Montejurra en 1976? Gregorio Peces Barba, también del PSOE, lo define como «un hombre muy institucional». Tan institucional que cuando le preguntaron sobre las acciones del GAL en 1985 defendió que «contra ETA hay que llegar al límite de los límites». Quizá en eso coincidió con la generación de Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba y Gregorio Peces Barba. Al parecer, tenían el mismo «sentido de Estado».
Sin perdón
La vida de Manuel Fraga fue larga y todo el mundo puede tener derecho a cambiar de opinión y adaptarse a los tiempos, pero más cuestionable es que quien gobierna en una dictadura pueda luego seguir haciéndolo sin rendir cuentas de sus actuaciones anteriores.
El director de «Egin», Xabier Salutregi, y su subdirectora, Teresa Toda, están en la cárcel, como otros cientos de presos políticos vascos. Para optar a sus derechos penitenciarios se les exige que pidan perdón y muestren el deseo expreso de reparar a las víctimas, según explicó el actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que ayer aseguró que «si de alguien hemos podido aprender lo que significa servir al Estado y a los españoles, el mejor referente es la persona de Manuel Fraga».
No se sabe quiénes son las víctimas de Salutregi y Toda, pero sí hay nombres de las muchas de Manuel Fraga, ¿cuándo les pidió perdón? ¿Cuándo tuvo ánimo de reparar el dolor causado?
Manuel Fraga Iribarne murió anteayer a los 89 años de edad. Visto lo visto y, emulando al teatral capitán Diego Acuña de Carvajal, tendría perfecto derecho a que en un hipotético epitafio político quedara grabado aquello de «¡España y yo somos así, señora...!»
ELKARRIZKETA
ION SALGADO-GARA
-Andoni Txasko/Portavoz de las víctimas del 3 de Marzo
Andoni Txasko es una víctima de la violencia ejercida por el Estado español. El 3 de marzo de 1976 fue un punto de inflexión en su vida. La carga policial, que se saldó con la muerte de cinco trabajadores, le costó un ojo y le puso al frente de una asociación que lucha todos los días por sentar en el banquillo a sus verdugos, entre los que figura Manuel Fraga, ahora fallecido.
La figura de Manuel Fraga en la huelga del 3 de marzo de 1976 ha marcado toda su vida desde hace más de 35 años.
¿Qué ha sentido cuando ha conocido la muerte del exministro de Gobernación franquista?
He lamentado que el fallecimiento de Fraga se haya producido sin pasar por el banquillo de un tribunal. Me parece vergonzoso que quede en la más completa impunidad una persona que tiene en sus espaldas tantos crímenes como él, y que incluso ha asumido algunos hechos como la masacre del 3 de marzo llegando a decir que no fue excesiva... Que los aparatos judiciales no hayan actuado contra esa persona me parece el mayor símbolo de impunidad que existe hoy en día en el Estado español.
Desde que se anunció su muerte se han sucedido las notas de pésame. En las mismas figuran las condolencias del BNG, el PSG, UGT e incluso del propio Santiago Carrillo.
¿Comprende que personas ligadas a la izquierda puedan alabar la figura de Fraga?
Yo no lo entiendo. Pero esto no es nuevo, hace mucho tiempo compartimos una mesa sobre la transición y la memoria histórica con Santiago Carrillo, y él alababa la labor de Fraga. No es comprensible que unas personas de izquierdas, unas personas que han padecido la represión, que han sufrido persecución, ahora alaben la figura de este dictador y genocida. Se puede entender que se respete el dolor de los familiares, pero de ahí a alabar la vida de este personaje no es entendible.
El Estado español ha defendido siempre la figura de Fraga, dando la espalda a las víctimas del 3 de Marzo. ¿Cree que a partir de ahora se podrá avanzar en el reconocimiento de las mismas?
Yo me acuerdo de que al principio, cuando empezamos con las demandas de reconocimiento, los abogados nos decían: `Esto no se soluciona hasta que no muera Fraga. En el momento en el que muera se le echarán todas las culpas y se abrirá una puerta para la solución'. Hombre, podría ser que ahora le echen todas las culpas a Fraga, pero aquí el verdaderamente culpable es el Estado español, que no ha actuado de manera democrática contra todos los personajes implicados, que aparte de Fraga son otros muchos, con Juan Carlos de Borbón a la cabeza, que en aquel momento ostentaba la jefatura del Estado. Además, hay un montón de exministros como Martín Villa -responsable de Relaciones Sindicales-, que todavía están vivos y todavía pueden ser sentados en el banquillo. Sin embargo, la muerte de Fraga puede ser una válvula de escape para el PP, que ahora puede achacarle toda la responsabilidad.
Tras haber estado más de tres décadas solicitando la apertura de un proceso judicial contra Fraga, ¿Como afecta su muerte a la labor de la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo?
Se nos ha chafado en parte la primera actuación que pretendíamos hacer, que era juntar todo el dossier que teníamos sobre Fraga en relación a los hechos del 3 de marzo de 1976, con la documentación que había solicitado la juez argentina encargada de investigar los crímenes de la dictadura franquista. En este sentido, al estar ya fallecido se supone que ya no se podrán entablar acciones judiciales contra él, pero sí que puede servir para que pase a la historia como lo que verdaderamente fue.
FRAGA Y LA RABIA
JAVIER VIZCAÍNO/Kazetaria
PARA que luego vengan a moralizarnos por aquí arriba con lo del arrepentimiento y la petición de perdón, el llamado león de Perbes ha estirado la zarpa sin haberse aplicado jamás ni a lo uno ni a lo otro. Es más, cuando aún respiraba, cada vez que alguien le insinuaba que tal vez había algunos episodios de su pasado de los que era posible que no se sintiera satisfecho, su respuesta era un bufido y una reafirmación. Creo, de hecho, que eso es lo único que se le puede reconocer al glorificado fiambre: a diferencia de otros franquistas conspicuos que se rociaron de pachuli democrático y nos vendían la moto de que "aquello había que entenderlo en su contexto", Manuel Fraga nunca dejó de reivindicar sus fechorías. Si le mentaban a Julián Grimau o a los asesinados en Gasteiz o Montejurra, en lugar de achantarse y contemporizar, sacaba pecho y bramaba que volvería a hacerlo.Ahora ya sabemos que no solamente no pagará por esos crímenes, sino que además pasará a la Historia como santo varón de la libertades, padre fundador de la nueva Hispania y egregio arquitecto del Consenso patriotero. Pensando en la sangre y en el sufrimiento que provocó, es descorazonador, pero no deberíamos dejarnos llevar por el desaliento ante la torrentera de elogios fúnebres que ha seguido a su desaparición física. Eso venía en el guión y no puede sorprender ni arredrar a los que desde el minuto uno de esa engañifa que bautizaron "modélica Transición" son -somos- plenamente conscientes de lo que quería decir el bajito de Ferrol con lo de "atado y bien atado".Muerto Fraga, no se va con él la rabia. Se queda entre nosotros que, en vez de envenenarnos con ella, habremos de transformarla en memoria comprometida e indeleble de sus víctimas. Eso, mientras señalamos con el dedo y distinguimos con un profundo desprecio a la plétora de dolientes que han corrido a delatarse como sus legítimos y orgullosos herederos.
PUNTUA-----------------------------------------------------------------
Campanadas a muertos / hacen un grito a la guerra / de los tres hijos que han perdido / las tres campanas negras.
Y el pueblo se refugia / cuando se acerca el lamento, / ya son tres penas más / que tenemos que guardar en la memoria…
Campanadas a muertos / por las tres bocas cerradas, / ay de aquel trovador / que olvide las tres notas!
Quién ha cortado el aliento / de estos cuerpos tan jóvenes, / que no tienen más tesoro / que la razón de los que lloran.
Asesinos de razones, de vidas, / que no podáis descansar en ninguno de vuestros días / y que nuestras memorias os persigan hasta la muerte.
Campanadas a muertos / hacen un grito a la guerra / de los tres hijos que han perdido / las tres campanas negras.
Abridme el vientre / para su reposo, / de mis jardines / traed las mejores flores.
Cavadme hondo / para estos hombres, / y gravad su nombre / en mi cuerpo.
Que ningun oráculo / desvele el sueño / de los que han muerto /sin agachar la cabeza.
Tan sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / celoso del brillo de sus ojos, / has querido cerrar sus párpados, / pero no lo conseguirás, que todos guardan esta luz / y nuestros ojos serán relámpagos en tus noches.
Tan sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / celoso de tan joven belleza, / has querido romper todos sus miembros, / pero no lo conseguirás, recordamos su cuerpo / y aprenderemos cada noche a quererlo.
Tan sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / impotente por el amor que tenía, / le has dado la muerte como compañía, / pero no lo conseguirás, que por lo que él quiso, / nuestros cuerpos siempre estarán en primavera.
Sólo diecisiete años / y tú tan viejo, / celoso de tan joven belleza, / has querido romper todos sus miembros, / pero no lo conseguirás, recordamos su cuerpo / y aprenderemos cada noche a quererlo.
La miseria se convirtió en poeta / y escribió en los campos / en forma de trincheras, / y los hombres fueron hacia ellas.
Cada uno se convirtió en palabra / del victorioso poema.
(“Campanadas a muertos” – Lluis Llach. En memoria de los cinco obreros asesinados el 3 de Marzo de 1976 en Gasteiz).
Argazkia:Fraga con el santoñés Carrero Blanco en una imágen de 1966.

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