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BEREZIA.ETA bukatu du."Ya voy para Euskadi..."

XABIER LAPITZ
Me encontré con Patxi López en la puerta del Hotel Sofitel en Washington. Eran las diez de la mañana. Fumaba un cigarro. Me acerqué. Me sonrió. Le conté que había publicado la anécdota del avión y mi entrevista frustrada. Hablamos del tiempo ventoso, me comentó que en el tren que nos disponíamos a coger había un “vagón del silencio” donde no dejan hablar. Le contesté: “pues con lo bulliciosos que somos los periodistas cuando hay noticia…”. A esa hora, todos estábamos alerta. El comunicado de ETA llegaba de forma inminente. El no se dio por aludido. Llegó el embajador de España, Jorge Dezcallar, y se marchó.
Mientras, los periodistas subíamos al autobús que nos llevaba a la Union Station donde montábamos el Acela Express que cubre el trayecto hasta la Penn Station de Nueva York. Dos horas y tres cuartos en asiento de primera con wifi. López iba en otro tren, en las mismas condiciones, una hora más tarde.Nuestro tren emprende el viaje y López se queda en la estación. Los periodistas empezamos a refrescar las páginas web, suenan los teléfonos, conversaciones sobre el comunicado y cuál es el plan previsto. Con nosotros, viajan dos periodistas de Lehendakaritza. Una de ellas confirma: “si hay comunicado, habrá declaraciones al llegar. Y no, el lehendakari no tiene previsto adelantar su vuelta”.Eso suponía que López no le daba importancia a lo que estaba pasando al otro lado del Atlántico, en el país que preside. O al menos no tanta importancia como para alterar sus planes, que incluían quedarse a pasar el fin de semana en Nueva York con su esposa y regresar a Euskadi la mañana del lunes. Ese dato estaba confirmado. Sí, López se quedaba… hasta que se enteró de lo que toda Euskadi sabía: que estábamos en un día histórico.A la altura de Baltimore, López es ya consciente de que el comunicado tiene más enjundia del que esperaban. Decide entonces que debe reaccionar. Cambio de planes: nos volvemos a Euskadi pitando. Y más: tengo prisa por hacer una declaración institucional. Los testigos cuentan que habla por teléfono y saca su Ipad sobre el que lee y teclea. Las cámaras del portal Irekia y de ETB viajan con él. Les dice que graben allí mismo y se enviará cuando el wifi tenga más velocidad. No era fácil, cuenta una de las cámaras, el tren se movía mucho. Por fin, sientan al lehendakari y graban lo que pasará a la particular historia vasca como la “Declaración del tren”.Mientras, el grupo de periodistas llega a Nueva York. Sorpresa: el comunicado del lehendakari ya está circulando por las redacciones de Euskadi. Lo ha filtrado el PSE. Se me ocurre decir en alto que la sociedad vasca se entera de lo que piensa López del final de ETA a través de una filtración de su partido. Me miran raro. Crece la tensión y, finalmente, se toma una solución salomónica: López hablará al llegar a la estación y, después, serán colgadas en abierto las imágenes grabadas en el tren.Hay que buscar una localización. Primero se sugiere una sala de la ONU, pero López no tiene tiempo de desplazarse hasta allí y después ir al aeropuerto sin el riesgo de perder el avión que le tiene que llevar a Madrid. Otra solución improvisada: las escaleras de la oficina central de Correos, U.S. Post, en Manhattan; frente al Madison Square Garden.Llega López y el sainete va alcanzando tintes esperpénticos. Desde el servicio de prensa le comunican que en Euskadi ya saben cuál es el contenido de la declaración institucional y López pregunta “¿pero es la misma que tengo yo aquí en mi Ipad?”. La lee y concluye que “parece que es la misma, ya podemos empezar”. Tensión. Un periodista radiofónico pierde la conexión con su emisoras, López se impacienta, mueve nervioso el Ipad desde el que va a leer, explica que tiene prisa porque se va corriendo, dice que ya tenían el plan preparado. Menos mal, si lo llega a improvisar…Por fin lee esa declaración, hace amago de marcharse y me da tiempo a preguntar: “lehendakari: ¿no le da pena no estar en Euskadi en este momento?”. Primero responde que no hay preguntas, le secundan sus asesores de prensa un poco más expeditivos. Lo intento otra vez y López dice mientras se marcha: “ya voy para Euskadi…”.Luego,volviendo a Euskadi,el anuncio de reunirse con todas las partes.

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