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USTED ESTÁ ACREDITADO.Devaluar el euskara.

JOSÉ ANTONIO DORRONSORO
Estos días han visto la luz diversas noticias que tienen como protagonista al Euskera. Algunas han sido mejores, como la ampliación del número de autoescuelas en las que es posible aprender y posteriormente examinarse de la parte teórica en nuestra lengua, (aunque el examen práctico siga siendo sólo en castellano), pero otras no lo son tanto. Incluso la Viceconsejera Lourdes Auzmendi, destacada escritora y traductora, criticaba abiertamente la actitud del gobierno francés y la triste situación en Iparralde, aunque olvidaba que en Hegoalde su gobierno no está haciendo lo que debiera. Y por ahí es por donde nos vienen esas noticias no tan buenas que citábamos.La rebaja de la relevancia del Euskera en las OPE, que ya abordamos en entradas anteriores, la paralización del decreto que garantizaba los derechos lingüísticos de las personas consumidoras o el llamado “café para todos” de Celaá al eximir de acreditar conocimientos de euskera en las OPE a quienes hayan cursado en el modelo B el 50% de su curriculum en euskera son la otra cara de la moneda, y ponen sobre la mesa una estrategia consistente en tratar de relegar y debilitar nuestra lengua.Da igual que los resultados electorales, y por tanto, los deseos del pueblo, apunten en dirección contraria. Los socios “preferentes” marcan con mano de hierro la pauta de debilitamiento de la lengua vasca, haciendo perder tiempo y dinero a esta sociedad, además de ofrecer menor calidad en la prestación de servicios. Tiempo y dinero porque, como ya citábamos, esas personas que se incorporen a la función pública sin poseer los conocimientos suficientes de euskera habrán de acudir “liberados” a euskaltegis que tendremos que financiar de nuevo con nuestros impuestos. Y calidad porque la atención al público, la generación de documentos y materiales,… será deficiente.Hace casi 30 años que se aprobó el decreto que establecía los modelos educativos, y sin duda ha calado hondo en la sociedad, ya que hoy más del 70% de las niñas y niños están escolarizados en el modelo D, y, desde luego, quienes deseaban aspirar a un puesto en la administración han tenido muchos años para poder prepararse y aprobar cualquier examen.Y como bien saben en el Departamento de Educación, no existe un modelo B uniforme: según lugares y centros, el nivel es mayor o menor. En unos sitios el modelo B está muy próximo al D; en otros, en cambio, se acercan más al A, por eso la intención de igualar modelos y aplicar esa medida parece bastante disparatada.

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