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Dos años y medio de cárcel para Javier del Olmo,ex consejero de Industria cántabro,ex cargo del PSE en Lakua y amigo del ex-alto cargo catalán y presidente de FETEIA,Enric Ticó

Dos años y medio de cárcel para Javier del Olmo,ex consejero de Industria cántabro,ex cargo del PSE en Lakua y amigo del ex-alto cargo catalán y presidente de FETEIA,Enric Ticó El ex-director de Puertos de la Generalitat,Enric Ticó,puede estar más que satisfecho de los amigos que tiene y es porque el Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado al ex consejero de Industria de Cantabria Javier del Olmo (PSOE) a dos años y medio de cárcel y siete de inhabilitación por delitos de prevaricación y obstrucción a la Justicia cometidos cuando presidía el Puerto de Santander.Del Olmo, castreño de nacimiento, se inició en la política en las filas del PSE, quien le incluyó entre sus ediles en el Ayuntamiento de Abanto y Zierbana de 1987 a 1995. Ahí nació una vinculación con el Puerto de Bilbao que le llevaría a ocupar el cargo de director general de Transportes del Gobierno vasco, junto a José Antonio Maturana, entre 1995 y 1998. Ocupó también los cargos de secretario del consejo de administración de la sociedad gestora de la explotación de Metro Bilbao, vocal de la Comisión de Precios de Euskadi, del Consorcio de Transportes de Bizkaia, del consejo de administración de Ferrocarriles Vascos y presidente del Instituto Vasco de Logística. En 1999 daría un salto sobre Cantabria para marchar desde Gasteiz al Gobierno asturiano.Allí era nombrado director general de Transportes y Telecomunicaciones, consejero de las autoridades portuarias de Gijón y Avilés, presidente del Consorcio de Transportes de Oviedo y consejero del Centro de Transportes de Gijón.En 2003 regresaba a Cantabria para ser director general de Transportes, en 2004 presidente del Puerto de Santander y en 2007, Revilla le asciende a consejero de Industria del Gobierno de Cantabria que él preside. A finales de 2009, un tribunal le manda a la cárcel.En la sentencia, el titular del juzgado, José Hoya, considera probado que Del Olmo despidió y amedrentó al directivo de la Autoridad Portuaria José Manuel del Río por haber declarado en un juicio laboral a favor de otro empleado de ese organismo público, Antonio Martínez, quien también sufrió por parte del acusado "un maltrato, una humillación y una afrenta totalmente indebida". Además, el juez entiende que Del Olmo, que dimitió del cargo de consejero al ser acusado por la Fiscalía, actuó "con la única finalidad de asegurar el castigo y la represalia" a Del Río y "con ánimo de atentar contra el normal funcionamiento de la Administración de Justicia".La sentencia señala que Del Olmo -presidente de la Autoridad Portuaria de Santander desde 2004 hasta 2007, cuando se incorporó al Gobierno de Cantabria- entendió que la declaración que prestó Del Río ante el Juzgado de lo Social en un procedimiento que había iniciado Martínez determinó un pronunciamiento contrario a los intereses del Puerto.
Como consecuencia de ello, el presidente del Puerto convocó al directivo a una reunión en la que "le expresó su malestar porque hubiera declarado como testigo" y, de acuerdo con los hechos probados en el fallo, lo amedrentó "con ánimo de castigar sus aseveraciones" y le dijo que lo iba a echar. Unos días después, Del Río fue despedido, pero presentó una demanda ante la jurisdicción social, que declaró la nulidad de ese despido al considerarlo una "represalia". El juez señala que Del Olmo ordenó el despido del directivo del Puerto "con total y absoluta falta de competencia", ya que sus funciones administrativas no le permitían realizar ese acto, que era competencia del consejo de administración del organismo público. "El señor Del Olmo conocía esa circunstancia y actuó de la forma descrita con la única finalidad de asegurar el castigo y la represalia al que había sometido al señor Del Río".El Juzgado recuerda que este caso parte de cuatro resoluciones dictadas previamente, y considera que aceptar las tesis de la defensa y absolver al acusado supondría negar lo afirmado en esa jurisdicción y podría presentar "una visión de la Administración de Justicia como propia de una casa de orates".El juez reprueba la conducta de Del Olmo y advierte de que "es lamentable" que "servidores públicos" evidencien un concepto de la Administración "de carácter patrimonial, como si ganar unas elecciones o pertenecer al partido vencedor de éstas legitimara para conculcar los principios básicos de la actividad pública".

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