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NI,ZU TA BIOK (Berezi edizioa).Tasio Erkizia versus Joseba Aurrekoetxea.

NI,ZU TA BIOK (Berezi edizioa).Tasio Erkizia versus Joseba Aurrekoetxea. Nola aldatzen diren gauzak, kamarada!
Joseba Aurrekoetxea/ Euskadiko Buru Batzarkidea
El autodenominado proceso democrático tiene a Tasio Erkizia como principal articulista. El pasado día 9 de septiembre publicó su primera entrega y ayer, 22 de octubre, presentó la segunda. Uno lee estos dos artículos y tiene la impresión de que han pasado muchos años entre uno y otro, que se han producido grandes cambios. Hay todo un abismo entre lo que se afirmaba a principios de septiembre y lo que se dice ahora.
Hace sólo mes y medio Erkizia, refiriéndose al comunicado de ETA, afirmaba que un buen número de partidos y sindicatos "han recibido con agrado este comunicado. No ha sido éste el caso del PNV, quien ha defraudado de manera preocupante". Han pasado sólo cuarenta días y resulta que Erkizia afirma ahora que "el PNV, sin duda alguna, tiene un papel preponderante en el proceso". Nuestra actitud antes era "preocupante", y ahora resulta que nuestro papel es "preponderante".En su primer artículo, Erkizia afirmaba que tras el comunicado "el Sr.Urkullu leía una nota muy agresiva y transmitía una imagen de crispación". Ahora, el mismo Erkizia afirma que "el PNV, por su peso electoral, tiene una relevancia especial, en las actuales circunstancias puede resultar crucial y determinante". En sólo mes y medio, nuestro partido ha pasado de tener un papel "agresivo y crispado", a tener una relevancia "crucial".El cambio es evidente, copernicano. Leo los dos artículos y aprecio un gran abismo entre uno y otro. Me viene a la mente la canción nola aldatzen diren gauzak, kamarada!. No cabe duda de que el kamarada Erkizia ha cambiado mucho, muchísimo, y lo ha hecho en poco más de un mes. Yo, desde luego, le doy la bienvenida al cambio.En esta segunda entrega del "impulso al proceso democrático", uno se encuentra ante un abismo, un abismo de oportunidades, sobre todo cuando lee la siguiente afirmación de Erkizia: "Diseñar una estrategia vasca conlleva acordar la defensa en común de todos los derechos humanos, civiles y políticos, comenzando por el de la vida". Dice más cosas, pero quiero detenerme en esta frase: "comenzando por el derecho a la vida". Efectivamente, señor Erkizia, éste es el primer derecho, el derecho fundamental, por el que todo comienza. Y sabe perfectamente y de primera mano que sobre esta base EAJ-PNV está dispuesto a edificar un nuevo futuro para Euskadi.Esto lo saben los dirigentes de la izquierda abertzale, porque se lo hemos dicho personalmente en la reunión que celebramos antes de aquel primer artículo, y en la reunión que hemos celebrado antes de este segundo artículo. Tiene gracia que Erkizia afirme ahora que "dicen que el PNV en las últimas negociaciones mantenidas con Zapatero ha puesto sobre la mesa el tema de la paz". ¿Cómo que "dicen"? La izquierda abertzale lo sabe perfectamente, porque ellos han sido los segundos interesados en que esto sea así. Los primeros hemos sido nosotros mismos.La izquierda abertzale lleva años formulando esta pregunta a todo el mundo, excepto a sí misma. En cualquier caso, vamos a volverle a responder a Erkizia lo mismo que le hemos dicho cada vez que nos hemos encontrado. Lo primero que hemos estado dispuestos a hacer ha sido acordar un marco de estabilidad política en el Estado que pueda propiciar un nuevo tiempo. La izquierda abertzale sabe perfectamente que EAJ-PNV ha tomado esta decisión en las claves exactas que el señor Erkizia reclama: "Sin cálculos electorales, ni análisis inmediatistas ni partidismos. Actuando con la mirada puesta en el futuro de la nación vasca". Este ha sido nuestro espíritu, el mismo que en privado comparte y nos reconoce la izquierda abertzale, aunque luego en público sea incapaz siquiera de sugerirlo.Sobre esta base, contando con este tiempo de estabilidad, nuestro partido ha planteado una iniciativa política. Una iniciativa que parece que ahora la izquierda abertzale comienza a comprender, porque su primer eslabón es la utilización de las vías exclusivamente políticas y democráticas, la exigencia a ETA de un abandono definitivo de la violencia. El segundo eslabón es el pluralismo, porque nosotros queremos, y la izquierda abertzale también lo sabe, que todas las fuerzas políticas participen sin exclusiones en la representación institucional de este pueblo. La izquierda abertzale puede participar y tiene que hacerlo. Está en su mano. Sobre esta base planteamos una negociación entre todas las fuerzas políticas vascas, Y la búsqueda de un acuerdo que garantice el respeto a las decisiones que la sociedad vasca adopte sobre su estatus político, así como su puesta en práctica.Esto es lo que nosotros estamos dispuestos a dar. La pregunta es: ¿Qué pasos está dispuesta a dar la izquierda abertzale? ¿Está dispuesta a dar el paso a la política, al pluralismo, al acuerdo y al respeto a las decisiones democráticas de esta sociedad? Eso significa, en definitiva, la apuesta por las vías exclusivamente políticas y democráticas, la apuesta que la sociedad vasca está reclamando a la izquierda abertzale.Lo que ha cambiado en este mes y medio, lo que ha hecho cambiar a Erkizia, ha sido en realidad la constatación del valor de la política como arma para el cambio. La negociación de EAJ-PNV con Zapatero ha demostrado que el trabajo constante y tenaz nos puede llevar a avanzar como pueblo. Hemos avanzado mucho con sólo seis diputados en Madrid. Lo que tenemos que pensar es lo que podríamos haber avanzado con diez. Decía Picasso que la "inspiración existe, pero tiene que pillarte trabajando". Este último mes hemos vivido un caso demostración de que la política es el arma con la que puede avanzar Euskadi, pero tiene que pillarte trabajando. Cuanto antes aterricen Erkizia y la izquierda abertzale en el mundo de la política, antes podremos aprovechar las oportunidades de futuro que se nos presentan a la nación vasca. Cuanto antes mejor. Politikak aldatzen ditu gauzak, kamarada!
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Oportunidad para el PNV
Tasio Erkizia /Ezker Abertzaleko militantea
ES evidente que un proceso democrático que nos conduzca a un escenario político en el que todas las opciones tengan las mismas oportunidades necesita de la decidida implicación del máximo de los agentes vascos. Y el PNV, sin duda alguna, tiene un papel preponderante en dicho proceso.El protagonismo, al igual que el compromiso, en este proceso democrático necesariamente debe ser compartido entre todos los agentes políticos y sociales que están dispuestos a actuar con honestidad y valentía. Y en este sentido, el PNV, por su peso electoral, tiene una relevancia especial. Es más, yo diría que en las actuales circunstancias puede resultar crucial y determinante. Debe ser un proceso en el que a nadie se le excluye, pero en el que al mismo tiempo nadie ostente el derecho al veto.Con la izquierda abertzale realizando una opción inequívoca por las vías exclusivamente políticas y democráticas, la organización armada ETA que públicamente ha anunciado el cese de sus acciones armadas y su voluntad de ir "mucho más lejos", según sus propias palabras; y además con un amplio abanico de partidos, sindicatos y organismos sociales firmando en Gernika un documento que pone las bases para dar paso a una fase de diálogo y negociación, se abre en Euskal Herria una ocasión única para la consecución de una paz justa y negociada. En este tesitura, la decidida apuesta de ELA y el PNV por un proceso democrático situaría a los unionistas españoles en general y al PSOE en particular en la obligación de reconocer los derechos básicos de toda la ciudadanía vasca.Hay encrucijadas en las que a los partidos y a los distintos agentes se les exige altura de miras y una de ellas es la actual. No es momento para cálculos electorales, análisis inmediatistas ni partidismos. Es la hora de actuar con la mirada puesta en el futuro de la nación vasca. Y es seguro que un escenario de respeto de los derechos humanos, y en consecuencia de las bases para la convivencia ciudadana, nos resultará favorable a todos. ¿Si es un proceso favorable para los intereses de Euskal Herria, cómo no va a resultar interesante también para todos los partidos y agentes sociales en general? Apostar en sentido contrario es reconocer que nos mueven intereses partidistas e incluso inconfesables.Corresponde a la sociedad vasca ser la auténtica protagonista de este proceso democrático, pero también los partidos políticos tienen una función específica y crucial, siendo fundamental para ello definirse, romper inercias y actuar con valentía. Para que se dé ese diálogo sincero y franco entre los distintas expresiones políticas, la primera condición es que exista un respeto entre las mismas. Respeto que es compatible con la crítica pública, siempre que se realice con corrección y sin caer en descalificaciones gratuitas. Y la segunda condición es la voluntad de aceptar lo expresado libremente por la ciudadanía vasca.El pacto PSOE-UPN-PP, que tuvo su arranque hace varios años en Nafarroa Garaia, se ha extendido a Araba, Gipuzkoa y Bizkaia. El objetivo fundamental del mismo es negar la propia existencia de Euskal Herria aplicando la política de borrar sistemáticamente nuestras señas de identidad. La obsesión de imponer su idea de la España grande y libre le llevan a un proceso de españolización forzada. Han diseñado una estrategia española para reconquistar las tierras del norte que tan poco apego voluntario muestran. Han acordado un frente anti vasco de grandes dimensiones: junto a las constantes ilegalizaciones de organismos populares y partidos que ofrecen resistencia a la política de tierra quemada, han programado un progresivo empobrecimiento y dependencia económica para con España, una campaña mediática e ideológica de desprecio y marginalización de las distintas expresiones del nacionalismo vasco, y el euskara y la cultura vasca se ridiculizan o las reducen a la mínima expresión. Se ha levantado la veda contra todo lo positivo relacionado con nuestro pueblo.Ante esta estrategia, ¿cuál debe ser la actitud de los vascos-as? Seguir desunidos significa fortalecer el pacto español contra los vascos. Euskal Herria nos está demandando con urgencia una estrategia vasca en defensa de nuestra identidad y personalidad propia. No es una estrategia anti española sino en defensa de nuestra nación diferenciada. El respeto hacia España es total, en la medida que ellos nos respeten. Eso sí, se van a encontrar con la horma de nuestro zapato siempre que traten de imponernos su voluntad, violando así la voluntad mayoritaria de nuestra sociedad.Acordar una estrategia vasca común no significa ir de la mano o conjuntamente a las elecciones, ni quiere decir necesariamente la desaparición de las diferencias entre nuestros partidos. Diseñar una estrategia vasca conlleva acordar entre los partidos y agentes del ámbito de nuestra tierra: 1.- La defensa en común de todos los derechos humanos, civiles y políticos, comenzando por el de la vida y terminando por el de participar en igualdad de condiciones en el campo electoral. 2.- Hacer causa común en un plan de reuskaldunización e impulso de la cultura vasca, así como en la planificación de los distintos sectores económicos. 3.- Un acuerdo básico sobre el proceso democrático y las distintas etapas que debemos recorrer para que se nos reconozca el derecho a decidir nuestro futuro libremente y sin injerencias externas."Lehenik aberria eta gero alderdia", les hemos oído decir muchas veces a los viejos gudaris. Ése es el lema que nos compromete a todos. Una apuesta decidida en este sentido, de todos los partidos, incluido el PNV naturalmente, va acelerar el alumbramiento de un nuevo tiempo político en Euskal Herria. No actuar responsablemente en una coyuntura tan importante puede acarrear nefastas consecuencias, en forma de más sufrimiento y aumento de la tensión social. La paz justa hoy es más posible que nunca, para lograr tan preciado tesoro se necesita compromiso y lealtad para con nuestro pueblo.
Dicen que el PNV, en las últimas negociaciones mantenidas con Zapatero, ha puesto sobre la mesa el tema de la paz en Euskal Herria. ¿Pero la práctica política despierta esperanza o, una vez más, nos augura una nueva apuesta por los intereses partidistas? ¿No es verdad que, en este asunto, los dirigentes jeltzales parecen anclados en las mismas posiciones que los del Gobierno de Madrid? El problema de fondo es de falta de voluntad política y la pregunta clave es: ¿qué pasos estamos dispuestos a dar para acordar una estrategia vasca frente la cerrazón del centralismo? Hay una oportunidad inmejorable para pasar a la historia por la puerta grande.

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