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USTED ESTÁ ACREDITADO.40 años de los últimos fusilamientos del franquismo

MAUDILI PRIETO
Suenan las campanas de las elecciones catalanas que derivan hacia la independencia o no.Suenan los acordes del Alderdi Eguna del PNV y los ánimos de las aficiones de Bizkaia y Gipuzkoa en el derbi de la Real y el Athletic. Incluso suenan los aplausos en el Kursaal de la entrega de las Conchas del Zinemaldia. Suena de todo, pero bien distinto a lo que pasó tal 27-S de hace 40 años.Hace 40 años sonaba "Al Alba" de Aute. Y sonaba esa canción a raíz de las últimas ejecuciones del franquismo fueron también los últimos fusilamientos del régimen franquista Madrid,Barcelona y Burgos. Ejecutaron los militantes del FRAP Baena, Sánchez Bravo y García Sanz y dos militantes de ETA: Jon Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegi. Estas ejecuciones, que levantaron una ola de protestas y condenas contra el gobierno de España, dentro y fuera del país, tanto a nivel oficial como popular, no cambiaron el destino de los fusilados y el rey emérito que viene a Donostia a ver los toros no dijo ni pío. El franquismo, tiritando de frío porque llegaba a su final, decidió dar un último estoque vengativo aprovechando varios hechos a la vez. Varios consejos de guerra por la muerte de varios agentes de los cuerpos de seguridad españoles, arrastraron a varias personas del FRAP y ETA hacía el paredón. Sin embargo, algunas de las personas condenadas, como Eva Forest, se libraron tras la presión internacional. Incluso el día de los fusilamientos, la huelga de 3 días en Hegoalde se convirtieron en verdaderos dramas. En Catalunya, los abogados no pudieron impedir el final de un jovencisimo Txiki, que iba a escribir el final de sus días en Cerdanyola del Vallès.Al Alba resonó. Hoy,40 años después de los últimos fusilamientos del franquismo, suenan otras melodías...






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