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ORAIN KALERA.Bermeo,gogoan zaitugu

ORAIN KALERA.Bermeo,gogoan zaitugu

MAUDILI PRIETO

Más de un centenar de bermiotarras han recordado la trágica galerna que el 12 de agosto de 1912 sesgó la vida de 143 arrantzales -119 de Bermeo y el resto de Elantxobe, Lekeitio y Ondarroa- cuando faenaban a la pesca de bonito a unas 45 millas al norte del cabo Matxitxako,tal como avanzó ORAIN hace un par de días.Bermeo nunca podrá olvidar aquella fatídica jornada en la que una mar embravecida se cobró un enorme tributo en forma de vidas humanas, llevando la más profunda desolación a la villa marinera.Al caer la noche, un grupo de pequeñas embarcaciones puso rumbo a la parte exterior del muelle Xixili en el más absoluto de los silencios con el propósito de homenajear a los arran-tzales que perdieron la vida en la galerna de 1912 y en general a todos los hombres que han muerto en el desempeño de su actividad pesquera en la mar. Al mismo tiempo, un grupo de vecinos se dio cita en la plaza de Baztarre, justo encima del Portu Zaharra, entonando canciones populares que recordaban la tragedia sucedida. Al contrario de lo acaecido en celebraciones anteriores, los participantes en el homenaje no pudieron acompañar a las embarcaciones por tierra a causa de las obras que se vienen realizando en el rompeolas del puerto de Bermeo tras los destrozos causados por los temporales que azotaron la costa vasca en febrero de este año. Así, las embarcaciones fueron recibidas en el puerto, donde se realizó una ofrenda floral en recuerdo de las víctimas de la galerna, en lo que se convirtió en el momento más emotivo vivido en Bermeo.Al igual que sucediera hace 102 años, los arrantzales bermeotarras, lekeitiarras y ondarrutarras, continúan faenando a la pesca del bonito. En la actualidad se ven obligados a desplazarse hasta las costas de Irlanda para ganarse el pan. El 12 de agosto de 1912, los arrantzales pescaban al norte de Matxitxako y, tras unas jornadas sin apenas pescado, lograron obtener buenas capturas. Así, las noticias que anunciaban la llegada de fuertes vientos procedentes de una profunda borrasca ubicada en el Canal de la Mancha no provocaron que la mayoría de los patrones decidiera poner rumbo a puerto, confiados en que serían capaces de capear el temporal. Desgraciadamente, la realidad resultó ser cruel y Bermeo se llenó de viudas y huérfanos.La galerna de 1912 se saldó con la muerte de un 1% de la población de Bermeo. La mayoría de los fallecidos tenía entre 18 y 30 años y la mitad de las cerca de 80 bodas previstas ese año en la villa arrantzale quedó sin celebrarse por defunción del novio. Ayer, Bermeo recordó a sus difuntos y a la maldita galerna de 1912.

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