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GUTUNAK."Primum vivere, deinde philosophare"

IÑIGO URKULLU RENTERIA,PRESIDENTE DEL EUZKADI BURU BATZAR DE EAJ-PNV Y CANDIDATO A LEHENDAKARI
CREEMOS en este país. En la voluntad de miles de ciudadanos para identificarse como vascos. Para querer ser dueños de su propio destino. En el compromiso cotidiano de miles de mujeres y hombres que quieren compartir su experiencia vital en este pequeño rincón del mundo. Sin más pretensión que ser nosotros mismos.Creo en las enormes ganas de vivir que, individual y colectivamente, nos proponemos cada día para salir adelante. Para superar todos y cada uno de los obstáculos que el destino pone a nuestro paso.Creo en nuestra capacidad de salir adelante. En nuestro afán por mejorar. Por conquistar nuevos espacios de bienestar. Espacios en los que quienes más castigados estén por la vida encuentren la mano protectora de la administración.Creo en que la solidaridad colectiva no les deje al borde del camino.Creo en la recuperación de la concordia ciudadana. En el disfrute de una paz duradera para las nuevas generaciones. Después de tantos años de penalidades y disputas. De tanto dolor y sufrimiento. Creo en nuestro empeño por regenerar nuestro cuerpo social. Con memoria y reconocimiento para quienes padecieron un horror inolvidable. Cicatrizando heridas. Con el propósito de que nunca jamás nos invada el odio destructivo. Y de que podamos compartir sueños y proyectos. Respetando al diferente. Creando un vivero de libertad y tolerancia.Creo en una Euskadi pujante. Que se mida al resto de naciones como una más. Una nación que, en el pasado, hizo del pacto su fórmula de encaje en un ámbito de soberanías compartidas y que hoy busca reeditar ese acuerdo para vivir plenamente su madurez política. Sin subordinaciones impuestas. Sin más ataduras que la libre decisión de la ciudadanía.Creo en el derecho de los vascos y de las vascas a decidir su futuro. Creo en el futuro. Pero, para poder vivir el mañana, es necesario superar el hoy. Ganar el presente. Y el presente nos exige dar respuestas a problemas prioritarios cuya afección al conjunto de la ciudadanía hace que nos sintamos en un tiempo de emergencia.Llevamos ya más de dos años de resistencia ante una crisis que ha desbordado todas las previsiones. Partíamos, como país industrial curtido en múltiples dificultades, de un diferencial de solidez que nos permitía capear el temporal con mayores reservas que nuestro entorno. Finanzas públicas saneadas, industrias diversificadas, recursos humanos formados, cultura competitiva. Valores todos ellos forjados durante decenios que nos situaron muy por encima de la renta media comunitaria y que hicieron de nuestra sociedad líder en calidad de vida y desarrollo humano sostenible.La situación no es buena. Y esta es la urgencia nacional que el PNV va a atender hoy.Pero no vamos a aceptar que nadie nos dé lecciones de justicia social. Y tampoco de patriotismo. Cuando unos pegaban tiros, nosotros construíamos, piedra a piedra, las instituciones a las que ahora han llegado y que no denigran como entonces hacían.No admitimos lecciones de quienes quieren hacernos pensar que Euskadi empezó con su reinserción política.Tampoco estamos ni asustados, como alguien ha dicho recientemente, ni escondemos programa alguno. Estamos despiertos. Conscientes de la grave situación que vivimos. De la angustia de muchas familias que no llegan a fin de mes. De la inquietud de pensionistas y viudas que temen ver recortada su dignidad de vida. De quienes han perdido el empleo y no ven opción aún a recuperarlo. Del desánimo de miles de jóvenes que tras finalizar sus estudios no encuentran la oportunidad de acceder al mercado laboral.Estamos del lado de quienes hasta ahora levantaban a diario la persiana de sus empresas y que ahora no saben si mañana lo podrán seguir haciendo.La responsabilidad para con quienes conforman este país, para todos y todas las que conviven en Euskadi, pasa por sumar fuerzas y pasar de la recesión al crecimiento. Pasar del paro al empleo. De la depresión a la esperanza. Del desamparo al acompañamiento.El PNV de hoy no tiene más objetivo inmediato que salir de la crisis. En los próximos días, ya en campaña, tendremos ocasión de presentar nuestras propuestas, nuestro programa, nuestras medidas y compromisos. No hay futuro si no hay presente.Presente, con los pies en el suelo. Pero no para permanecer inmóviles. Para ponernos a caminar nuevamente.Cuando apenas tenía 16 años, acudí al primer Alderdi Eguna, en Aralar. Fue una cita inolvidable. El Partido Nacionalista Vasco emergía con toda su fuerza tras la dictadura y la represión. La legitimidad histórica, la dignidad de la resistencia, daba el relevo a una organización que se proponía como reto la reconstrucción de Euskadi.
Desde entonces, todos los años, el último domingo de septiembre-como fue este 30 de setiembre en las Campas de Foronda-, nos reunimos como se reúnen las familias en las grandes citas. Nos encontramos para fortalecer nuestros lazos humanos. Para dejar constancia de que la cadena de militantes y simpatizantes se prolonga y se mantiene cohesionada y sólida. Para dejar constancia de que mientras nuestras aspiraciones nacionales no alcancen sus objetivos habrá nacionalistas en Euskadi. Desde Araba hasta Zuberoa. Desde Nafarroa hasta Bizkaia. Juntos. Con la unión y la fuerza que siempre hemos querido tener. Un partido, una organización política sólida. Sin fisuras. Con las diferencias propias de los organismos vivos y dinámicos. Con músculo. Con corazón y con cabeza.Pero en estos 35 años de Alderdi Eguna ha habido una excepción. Fue en el año 1983. El Alderdi Eguna se trasladó a octubre. Las inundaciones de agosto devastaron nuestro país. El incipiente autogobierno, que comenzaba a edificar un nuevo país, tuvo que hacer frente a las consecuencias dramáticas provocadas por la fuerza de la naturaleza. Jamás olvidaremos aquella experiencia en la que la desolación y la catástrofe movilizaron a todo un pueblo que quería recobrar su esperanza de vida.Miles de mujeres y hombres salieron a la calle a mitigar, con sus propias manos, el infortunio de aquel desastre. Fue el mejor ejemplo de que nada ni nadie iba a detener la voluntad mayoritaria de este pueblo. Y, entre los recuerdos imborrables de aquellos días, quisiera recuperar la imagen, en mi Alonsotegi natal, de un hombre que enfundado en una botas de agua despejaba con su pala, como uno más, el lodo y la basura empujada por el río tras la tormenta.Aquel hombre que tiraba de pala, entre barro y mugre, era Xabier Arzalluz. Quienes hoy tenemos el honor y la responsabilidad de representar a este partido, crecimos y aprendimos con Xabier Arzalluz. Él nos enseñó a caminar por el monte, a la búsqueda de la cima. Y, junto a otros, acertó a encontrar nuestro destino en Europa. Nos demostró que la firmeza en las convicciones no es incompatible con la negociación y el acuerdo. Él nos recordó aquella cita latina de "primum vivere, deinde philosophare" . Que cuando lo trascendente es resistir, hay que acometer con prioridad la emergencia, sin olvidarnos de los objetivos de largo recorrido.
Hoy reclamo para todos nosotros el espíritu que nos movilizó el año 83 en la reconstrucción de Euskadi. Vivimos tiempos de emergencia y necesitamos activarnos para salir de la crisis. Necesitamos recuperar el tiempo perdido. Necesitamos, más que nunca, sumar. Necesitamos recuperar la autoestima, recobrar el pulso, remar todos en la misma dirección.Porque vamos a sacar Euskadi adelante. Ese es mi compromiso. El compromiso del Partido Nacionalista Vasco. Y los compromisos se cumplirán. Hitza ematen dut.

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