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ELKARRIZKETA.ETA:"Nunca seremos una amenaza para el proceso de resolución política"

ORAIN-ERREDAKZIOA
La entrevista que en la irrepetible fecha hasta de aquí un siglo como es el 11.11.11 y que ha realizado el compañero de Gara Iñaki Soto con la organización armada nacional ETA supone una pieza periodística de indudable interés,ofreciendo la versión en erdera de la misma y adjuntando la versión más destacada en euskara.ETA muestra «un compromiso absoluto con el proceso de resolución».
La declaración de ETA tiene carácter histórico. Después de 50 años, ¿cómo llega la organización a tomar esta decisión?
La decisión está ligada al momento histórico del proceso de liberación. Y aunque se ha producido ahora, el origen de la reflexión se puede situar, por los menos, una década antes, cuando comenzamos a considerar que en Euskal Herria había condiciones para la materialización del cambio. Sin embargo, visto desde entonces, no ha sido un proceso estructurado y lineal. Podemos decir que ha supuesto un proceso de maduración de una profunda reflexión.
En medio de esa reflexión aparecía una pregunta: si hemos frustrado el intento de asimilación y si hay condiciones para el cambio, ¿qué debemos hacer para que esas condiciones sean factores decisivos para efectuarlo?
Asimismo, surgió una nueva realidad. El potencial que mostró la experiencia de Lizarra-Garazi encendió todas las alarmas en el Estado, que decidió dar un salto cualitativo en su estrategia: dejar a la izquierda abertzale, a través de la ilegalización, fuera del escenario político. Sin base social, sin referente político-institucional, con las opciones de profundizar en la construcción nacional anuladas, el objetivo del Estado consistía en reducir la iniciativa de la izquierda abertzale sólo a lucha armada, con la esperanza de que la represión policial la neutralizara.
Todo ello provocó un parón en el proceso de liberación: el bloqueo. Y lo que era aún más perjudicial, colocó en grave peligro las condiciones creadas. La izquierda abertzale debía tomar la iniciativa, para escapar de esa trampa y para poner las bases del nuevo ciclo político cuyo objetivo debía ser materializar el cambio. Pero no se podía hacer de cualquier forma. Había que dotar de credibilidad al camino a recorrer, y era preciso dar un impulso decisivo para abrir el nuevo ciclo en toda su dimensión. Había que cerrar un ciclo para abrir del todo el nuevo. Y eso incidía de lleno en la lucha armada.
Por tanto, además de sobre el momento histórico, había que debatir específicamente sobre la lucha armada...
Sí, así es. Y no es un debate sencillo. Pero la preocupación principal era la siguiente: si Euskal Herria sigue oprimida y sus derechos conculcados, ¿qué vamos a hacer para destruir el muro levantado por los estados? A nuestro entender, en estos 50 años, la lucha armada ha hecho su aportación, una gran aportación, para llegar al momento en el que estamos y para generar las condiciones existentes. Pero ha mostrado también señales de agotamiento para, de aquí en adelante, fortalecer el proceso y lograr mejores condiciones. En el momento en el que nos encontramos, lograr mayor adhesión hacia nuestro proyecto, acumular fuerzas para confrontar con el Estado como pueblo y activar la mayoría social que está a favor del cambio serán las claves para echar abajo ese muro. Por eso ha tomado ETA esta decisión histórica. Para recoger la cosecha de estos años de lucha y ponerla al servicio de esa estrategia.
Sin embargo, las autoridades españolas dicen que la decisión es fruto de la derrota. ¿Qué les contestarían?
El discurso de la derrota es parte de la estrategia de los estados, fabricado con el objetivo de provocar desánimo en la izquierda abertzale y neutralizar las opciones que esa decisión abre en este momento político. Sin embargo, la realidad es otra bien distinta, y el nerviosismo resulta notorio entre quienes se encontraban cómodos con la situación anterior. Como hemos señalado, los estados prepararon la trampa para acabar con la izquierda abertzale, pero hemos escapado y hemos llevado la confrontación a un nuevo escenario, fuera de su control.
Además, la izquierda abertzale no ha variado sus objetivos políticos, no ha dejado de luchar. Al contrario, se han incrementado el apoyo y las opciones para lograr esos objetivos, y también ha crecido la credibilidad del camino propuesto. El independentismo se ha estructurado firmemente y se ha provisto de nuevos recursos. El reconocimiento de Euskal Herria y de su derecho a decidir es una reclamación de la mayoría de la sociedad vasca. La opresión estatal y su cerrada actitud están cada vez más erosionadas en Euskal Herria. El conflicto está a la vista de todos, y la necesidad de su resolución se encuentra en el centro del debate político. Y España y Francia saben que cada vez tendrán más dificultades para soslayar esa situación. Todavía tenemos un buen trecho por delante hasta lograr la libertad, y no será fácil, pero vamos a ello. Con total determinación.
Sé que no es un registro habitual en ustedes, pero ¿qué es lo que han sentido después de tomar esta decisión?
No es fácil exponer lo que tenemos dentro. Se acumulan muchos sentimientos. Una decisión de este calado te trae a la mente a todos los compañeros que pertenecen o han pertenecido a esta organización. A los compañeros que la lucha se ha llevado para siempre. A quienes aún están presos. A los ciudadanos y ciudadanas que en el conjunto de Euskal Herria han ayudado a ETA. A los miembros de la izquierda abertzale. Te trae al recuerdo los momentos duros de la lucha, sus momentos difíciles, el sufrimiento. Pero, también, los momentos hermosos vividos con los compañeros. Las alegrías que nos ha producido y las tristezas que nos ha dado la lucha.
Hay un gran sentimiento de responsabilidad. Por esos compañeros, por Euskal Herria, por la lucha de liberación. También existe felicidad y orgullo, por todo lo que esta organización, en su pequeñez, ha hecho hasta ahora. Hay convencimiento e ilusión, por el nuevo escenario que se le ha abierto al proceso de lucha. Y esperanza de ofrecer un futuro de libertad a nuestros hijos e hijas.
Y, por qué negarlo, existe el sentimiento de haber perdido algo, el mismo sentimiento que ha tenido mucha gente en Euskal Herria. Porque ETA no sólo somos los miembros que la componemos. ETA, sobre todo, es del pueblo. El camino recorrido hasta ahora ha marcado la vida de todos nosotros. Nos ha dado una forma de ser, una identidad. Se la ha dado a Euskal Herria. Y aun sabiendo que se trata de una decisión para dar impulso a la lucha de liberación, resulta difícil evitar ese nudo interno provocado por tanto sentimiento acumulado.
¿Cómo valoran las reacciones obtenidas por la declaración?
Se puede decir que, en la mayoría de los casos, han seguido el guión preestablecido. No obstante, hay que subrayar que todos han constatado la importancia de la decisión histórica. Todos saben que se ha abierto un nuevo ciclo, y han querido fijar la posición respecto a ese nuevo periodo.
Por otro lado, en general, ha recibido numerosas respuestas positivas en la sociedad vasca y entre los agentes vascos. La decisión ha fortalecido la reclamación de la solución integral, y se demanda pasos concretos a Madrid y París. Ambos gobiernos no han dado la talla. ¿Cómo se puede plantear que no se debe hacer nada cuando la sociedad vasca e importantes agentes internacionales les están interpelando directamente? El Gobierno de Gasteiz también ha andado despistado, lejos de la realidad vasca. Está bien abrir una ronda de diálogo con los diversos agentes, pero resulta bastante vergonzoso que una iniciativa emprendida con urgencia tenga como objetivo decir que no hay urgencia.
En todo caso, más importante que las reacciones actuales será el comportamiento que cada agente tome de cara al futuro, y no sólo por parte de los gobiernos de Francia y España. En Euskal Herria algunos han puesto como excusa la actividad armada de ETA. Eso se ha acabado. ¿Y ahora qué? ¿Qué hará ELA? ¿Qué hará el PNV a favor de Euskal Herria? ¿Qué se va a hacer para lograr el derecho a decidir? ¿Qué van a hacer el PSOE, el PP y UPN ante las demandas de la mayoría de la sociedad vasca?
Se ha destacado la «prudencia» de Rajoy. ¿Comparten esta apreciación?
Es verdad que esa reacción rompe con el discurso negativo, agresivo y sin sentido de hasta ahora. Ante esta coyuntura histórica, quien tiene muchas posibilidades de ser presidente de España debe actuar con responsabilidad, y es de suponer que Rajoy lo ha entendido así.
La declaración es la respuesta que dan ustedes a la Conferencia Internacional, pero va más allá, ¿no?
Sí. Aunque se sitúa en la hoja de ruta que dibuja la Conferencia Internacional, la decisión tiene una dimensión estratégica y responde al ciclo que se ha abierto en el proceso de liberación.
Sin embargo, la conferencia ha supuesto un hito. ¿ETA ha tenido relación, de forma directa o indirecta, con los agentes internacionales?
Sí. Tal y como señalamos en el comunicado de finales de setiembre, llevamos mucho tiempo trabajando por impulsar el proceso de solución y, para ello, resultaba muy importante incrementar la participación de la comunidad internacional. Por eso, no sólo hemos tenido relación, sino que hemos tomado compromisos ante ella.
¿Y con el Gobierno español?
No se ha producido ninguna reunión directa entre ETA y el Gobierno de España. Sin embargo, podemos decir que, en los últimos meses, hemos tenido un conocimiento mutuo y, que nosotros sepamos, el PP está al corriente.
Una de las aportaciones de la conferencia fue la de dirigirse al Gobierno francés. ¿Cómo debería responder?
Tendría que dar una respuesta positiva. Francia es parte del conflicto y debe tener una participación directa en su resolución. Además, en Francia se están alzando cada vez más voces solicitando pasos del Gobierno. No puede eludir por más tiempo su responsabilidad, como si fuera un mero problema español.
¿Ha habido algún tipo de acuerdo, base pactada o algo similar?
En primer lugar, hay que aclarar que el proceso actual es diferente respecto a los que hemos conocido hasta ahora. Ante la cerrazón de los estados, la izquierda abertzale tomó la decisión de iniciarlo desde su propia iniciativa, sin esperar a la voluntad de los estados. Es por eso que ha dirigido su iniciativa y compromisos hacia Euskal Herria y la comunidad internacional, para activar cada vez más fuerzas a favor de la resolución justa y democrática del conflicto, hasta lograr, poco a poco, resquebrajar la estrategia estatal. Fue una decisión valiente y creemos que está siendo fructífera. Los estados mantienen su cerrazón, pero cada vez con mayores dificultades, cada vez con mayor desgaste.
Volviendo a su pregunta, no existe un acuerdo concreto o resolutivo para la superación del conflicto, pero se está dibujando la secuencia de los pasos que debe seguir la vía de solución, componiendo una especie de hoja de ruta. Los pasos que deben dar las diferentes partes están fijados, y hay que avanzar en ellos.
Las elecciones generales españolas están a la vuelta de la esquina y se da como seguro que habrá cambio de gobierno. Teniendo en cuenta las posiciones tan duras que ha mantenido el PP, ¿qué consecuencias puede tener ese hecho?
En nuestra opinión, cuál es el partido que gestiona el Gobierno español no supone una variable decisiva. Además, en comparación con la posición del PP, no se puede decir que el Gobierno del PSOE haya mostrado una especial voluntad para acometer la solución democrática del conflicto.
Sea cual sea el color que tenga el Gobierno de España a partir del 20 de noviembre, tendrá sobre la mesa el conflicto que mantiene con Euskal Herria. Tendrá también el llamamiento concreto hecho por la Conferencia Internacional y por la propia ETA. Y también las reivindicaciones de amplios sectores de la sociedad vasca de que respete los derechos de los presos políticos, de que termine con la estrategia de ilegalización y de que reconozca los derechos del pueblo vasco. A nuestro juicio, más allá de caer en especulaciones, la clave se encuentra en que cada vez más ciudadanos y ciudadanas se comprometan en torno a esas reivindicaciones y la presión aumente.
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UNA MIRADA AL PASADO
Es una decisión muy importante. Se puede hablar de hito histórico. Con una mirada retrospectiva, ¿cuáles han sido en la historia de ETA otros momentos decisivos como éste? Es decir, ¿con qué otros momentos históricos se puede comparar el presente?
En el transcurso político de estas cinco largas décadas ha habido muchas resoluciones importantes sujetas a las circunstancias de cada momento. Sin embargo, son tres las decisiones más importantes que ETA ha tomado en su historia, que han marcado y marcarán la historia reciente de Euskal Herria. La primera, en pleno franquismo, cuando se constituyó ETA para hacer frente al Estado español y para liberar Euskal Herria. La segunda, cuando la reforma española no atendió a las reclamaciones de Euskal Herria y se produjo la división entre las fuerzas abertzales, con la decisión de ETA de continuar con la lucha armada. Y la tercera, ésta de ahora, con el anuncio de su fin.
En todo caso, hay que dejar claro que ETA no ha sido jamás un mero grupo armado de naturaleza política, sino una organización política que en un momento histórico decidió practicar la lucha armada.
Sin embargo, el PNV dice que ETA es un error desde su nacimiento o, al menos, que la decisión que se ha adoptado ahora debía haberla tomado hace 30-35 años. Afirma que se equivocaron, tanto ETA como el conjunto de la izquierda abertzale, ante la reforma del franquismo.
En Euskal Herria no hay muchos que vean un error en el nacimiento de ETA. ¿Cómo estaba Euskal Herria? ¿Qué ofrecía el PNV ante esa situación?.
El surgimiento de ETA cambió de raíz la situación y dejó consecuencias profundas a futuro. Ante la desesperanza que provocaba la asfixiante opresión, amplió la oferta de la lucha por la libertad, y, junto a ello, impulsó la recuperación política, social y cultural.
Es cierto que hace 34 años la posibilidad del fin de la lucha armada estuvo sobre la mesa. Aquello fue en Xiberta, y la elección del PNV lo malogró, cuando aceptó el marco de partición impuesto por España y cuando prefirió zambullirse en su gestión. A consecuencia de esa elección, el PNV logró ámbitos de poder, a cambio de participar de lleno, junto con las fuerzas españolas, en el intento de neutralizar al independentismo. ¿Cuál es el balance de esa elección en lo que respecta al futuro de Euskal Herria? Siendo durante muchos años la fuerza hegemónica y gestionando las principales instituciones, ¿qué ha hecho el PNV para que el derecho a decidir del pueblo vasco sea reconocido? ¿Cuáles son las opciones que el marco vigente ofrece para la libertad de Euskal Herria? Ha sido la estrategia del PNV la que ha fallado. Y no lo dice sólo ETA, sino cada vez sectores más amplios de la sociedad vasca. Es por eso que el PNV utiliza un discurso tan agresivo contra la izquierda abertzale.
La izquierda abertzale no picó en el anzuelo y, en la fase posterior de la reforma, se comprometió con la defensa de Euskal Herria, a la vez que se involucraba totalmente en el trabajo de la construcción de la nación vasca. En aquella época, frente al entramado jurídico-político que buscaba la desaparición de Euskal Herria, ETA adoptó una trascendente decisión: continuar con la lucha armada. Y mediante la lucha armada, entre otras cosas, se impidió que el modelo de imposición de la reforma se afianzase en Euskal Herria. Mediante la lucha armada, entre otras cosas, Euskal Herria ha llegado a tener abiertas las puertas de la libertad.
Dicen que son ellos quienes han protagonizado la construcción nacional...
Por suerte, ha habido mucha gente en la labor de construir la nación vasca, entre ellos, también militantes del PNV. La construcción nacional la ha hecho el pueblo: en la dinámica por el euskara, en la cultura, en la enseñanza, en defensa de la tierra, en defensa de los derechos de los trabajadores...
El «auzolan» ha suplido la falta de compromiso institucional. Y más aún, el compromiso popular ha tenido que hacer frente a los ataques dirigidos desde las instituciones gestionadas por el PNV. No hay más que ver el daño que ha hecho a los ciudadanos y ciudadanas el modelo neoliberal que ellos han sostenido. Euskal Herria ha seguido adelante gracias a la ciudadanía y al movimiento popular, y así será también en el futuro.
Sin embargo, la historia no es perfecta. ¿Tiene la autocrítica lugar respecto a lo hecho durante todos esos años?
Nosotros no hacemos una lectura lineal de nuestra historia. Sabemos que hemos cometido errores, y que no hemos acertado siempre. Nos esforzamos por aprender de esos errores y de corregirlos en la medida de lo posible. Como organización revolucionaria, nos guiamos por una autocrítica permanente, de la que también son consecuencia los cambios de estrategia o sus adecuaciones.
Con todo, la izquierda abertzale cuenta con una característica que le hace más fiable respecto al resto de fuerzas: que siempre ha antepuesto los intereses de Euskal Herria a cualquier otra cosa, y que ha actuado con valentía y generosidad en su defensa.
¿Xiberta, Argel, Lizarra-Garazi y el último proceso de negociación pueden calificarse de fracasos?
De ninguna manera. Esos hitos históricos no nos satisfacen del todo, en la medida en que no hubo posibilidades de llevarlos a término, pero todos ellos han dejado cosas positivas, todos ellos han dejado enseñanzas.
Quizá Xiberta sea el episodio más decepcionante. Fue la primera ocasión para responder como pueblo a la negación de Euskal Herria, pero no fue posible. Supuso una ruptura profunda, una herida que tres largas décadas después no se ha cerrado. Una herida de la que también se ha alimentado el conflicto. En Argel, logramos sentar al Estado en la mesa de negociación. Aquello supuso el reconocimiento del conflicto y el reconocimiento concreto de una organización que lucha por la libertad; dio credibilidad al camino escogido. Lizarra-Garazi cambió el escenario político de raíz y de forma permanente. Si, con el objetivo de aislar a la izquierda abertzale, el Pacto de Ajuria Enea ideó esa división entre violentos y demócratas, después, en un lado se colocaron los abertzales, los sectores de izquierdas y los demócratas que sostenían que la clave de la resolución del conflicto residía en el derecho a decidir del pueblo vasco, y en el otro, los partidarios de la Constitución española. Las condiciones que hoy en día citamos a menudo fueron sembradas con aquella semilla. Y en el último proceso quedaron establecidas las claves del método y del contenido para la resolución del conflicto.
El proceso de liberación es dinámico y se construye gracias a la acumulación de diferentes experiencias. Por eso, seguramente había que pasar por esas fases para llegar al punto en el que nos encontramos. Se puede decir que hoy nos encontramos con el desarrollo de todo aquello, acumulando fuerzas y estructurando un nuevo proceso negociador. Contamos con toda aquella experiencia.
Sin embargo, no se profundizó suficiente en las oportunidades surgidas. ¿Por qué?
Cada momento histórico necesitaría una lectura específica y, seguramente, no habría una lectura única y perfecta. En estos casos, cada parte tendría que preguntarse a sí misma si hizo todo lo que estaba en su mano.
Ello no quiere decir que todas tengan la misma responsabilidad. La izquierda abertzale ha iniciado cada proceso con la intención de llevarlo hasta el final, con responsabilidad, con el objetivo de alcanzar una solución justa y democrática. ETA ha cumplido todos los acuerdos y cuando los procesos se han roto formalmente ha seguido en la misma línea. El Estado español, en cambio, ha actuado con malicia. No buscaba la paz y la resolución, sino neutralizar la lucha de liberación. Ha buscado la ruptura de los procesos nada más iniciarse, porque consideraba que sería la izquierda abertzale la que pagaría las consecuencias. También hay que citar la posición del PNV. Ha estado mirando a los intereses partidistas, con miedo a la situación que se crearía si un proceso así saliese adelante. En Argel, su posición fue determinante en la ruptura, y en el último proceso se alineó con el Estado. En Lizarra-Garazi, puso freno cuando vio la potencialidad con la que contaba el proceso para hacer el camino hacia la independencia.
Además de la posición de cada parte, en todos los procesos la izquierda abertzale ha extraído una conclusión común: que no ha profundizado suficientemente en la activación popular. El pueblo debe ser el protagonista. Sólo el pueblo puede garantizar el desarrollo del proceso.
¿Y por qué va a ser en esta ocasión diferente?
No se puede saber cómo será en esta ocasión. El final está sin escribir. La ciudadanía vasca y, en especial, los miembros de la izquierda abertzale deben tenerlo muy presente. Se puede tener la tentación de pensar que todo está atado. que se resolverá no se sabe en qué mesa. No. La ciudadanía debe construir el proceso y los miembros de la izquierda abertzale tienen una gran responsabilidad. Nadie nos dará nada, lo tenemos que ganar nosotros, con el trabajo y lucha diaria.
La izquierda abertzale ha entrado con determinación. Además, la decisión de ETA fortalece esa disposición. Después, el proceso se puede alargar en el tiempo, en función del comportamiento de los estados y de la madurez de las fuerzas políticas. Pero no hay otra alternativa que no sea el propio proceso. El pueblo lo tiene que alimentar para llevarlo hasta el final.
Resulta evidente que para llegar a esta coyuntura histórica ha tenido mucha influencia la reflexión, el debate y las decisiones de la izquierda abertzale. La resolución «Zutik Euskal Herria» se aprobó a comienzos de 2010. Visto desde hoy en día, ¿qué valoración hace ETA de aquel proceso?
Quisiéramos realizar un primer apunte. Muchas veces se relaciona la actual situación con aquel debate. Tiene su importancia, en la medida en que se realizó un ejercicio para el cambio de estrategia. Pero, en nuestra opinión, por decirlo de alguna manera, no nos encontramos en el segundo o tercer año de la apuesta política, sino en el 52º. Seguramente podríamos ir más atrás. Este punto de vista es fundamental en la reflexión de la izquierda abertzale, para recordar de dónde venimos y a dónde vamos.
En todo caso, la izquierda abertzale acertó de pleno en su reflexión. Hizo una lectura adecuada del momento histórico del proceso de liberación y de la estrategia de los estados. Estableció una estrategia eficaz para superar el parón en el proceso de liberación y entrar en la fase decisiva sobre las condiciones gestadas por años de lucha. Aunque la idoneidad de esta estrategia habrá que juzgarla a largo plazo, en comparación con la situación de hace un par de años -viendo dónde estábamos y dónde estamos-, su trayectoria ha demostrado ya, pese a todas sus deficiencias, la fertilidad del camino abierto y la viabilidad del proceso.
En todo caso, en ese proceso es evidente que no hubo una sintonía plena en la lectura sobre la fase política, o eso es, al menos, lo que ha trascendido...
Sí, es verdad. Hubo diferentes lectura, y eso influyó en el debate de los diferentes aspectos de la estrategia: respecto al momento de abrir el proceso, a su caracterización o a la función de la propia lucha armada. En otros casos, aun estando de acuerdo con la estrategia, las divergencias estuvieron en sus concreciones. Y más allá de las lecturas diferentes, hubo otros problemas, sobre todo sobre la forma de abrir y desarrollar el debate. Aunque fue una discusión fructífera, dejó heridas y dudas. ETA, atendiendo a su responsabilidad, ha hecho autocrítica, porque en ese momento no cumplió debidamente la función que le correspondía hacia la izquierda abertzale.
En esa situación, el Estado español realizó un gran esfuerzo por auspiciar la escisión en la izquierda abertzale. Pero no lo logró, porque la izquierda abertzale ha demostrado una gran madurez y responsabilidad. Se dispusieron los medios para gestionar las contradicciones y unificar criterios, aceptando siempre que pueden existir diferentes visiones y que ello es lícito. Hoy podemos decir con orgullo que existe una fuerte cohesión interna en la izquierda abertzale, a diferencia de lo que pasa en otras muchas fuerzas.
Diferentes responsables y representantes políticos han concedido gran trascendencia al «relato» del conflicto. Al parecer, debe quedar claro que el origen principal del problema es ETA. ¿Qué es lo que dice ETA ante ello?
El relato del conflicto habrá que hacerlo al encauzar la resolución del propio conflicto. Nosotros queremos que sea el relato de cuando Euskal Herria recuperó la paz y la libertad, para que sea la historia que alguna vez se estudie sobre la constitución del Estado Vasco. Y quisiéramos que fuera un ejercicio colectivo, en el que cada cual escriba el apartado que le corresponde.
Sin embargo, quienes quieren escribir ahora el relato desean dejar para siempre al pueblo vasco en la situación de imposición actual. Por eso quieren colocar a ETA como origen del problema, en contra de toda lógica. El conflicto no comenzó con el surgimiento de ETA y no ha terminado cuando ETA ha anunciado el final de su actividad armada, tal y como demuestran, con suficiente claridad, las reivindicaciones de solución de la sociedad vasca.
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ÁMBITO DE NEGOCIACIÓN ENTRE ETA Y GOBIERNO ESPAÑOL
Se muestran dispuestos a sentarse en una mesa para abordar y dar una solución a las consecuencias del conflicto. Uno de los temas principales es el de los presos. En opinión de ETA, ¿de qué forma, en qué términos, hay que encararlo? ¿Dónde se sitúan los mínimos en esta cuestión?
En primer lugar, hay que darle una respuesta en términos políticos y generales. Cuando hablamos de cerrar un ciclo, la solución debe ser colectiva. En segundo lugar, el proceso debe traer consigo la vuelta a casa de todos los presos y presas vascos. Cualquier otra opción sólo puede plantearse desde propósitos de venganza o por intereses políticos particulares, pero no si se pretende construir una solución firme y duradera. ¿Alguien puede imaginarse la paz con las cárceles de España y Francia llenas de presos políticos vascos? Otra cosa, importante también, es cómo se lleva a cabo eso. Es lo que hay que hablar y acordar en la mesa de diálogo.
El tiempo también tiene su importancia. Debería resolverse cuanto antes, tanto por el aspecto político como por el humano. Eso daría al proceso una gran fortaleza y credibilidad.
¿Y los exiliados? Puede haber situaciones muy dispares en ese colectivo.
Hay situaciones diferentes, sí, y la salida a algunas de ellas no debería retrasarse mucho. El propio Colectivo de Exiliados ya ha tomado la iniciativa con anterioridad, a modo de iniciativa política. Por lo demás, también en este caso sirve lo manifestado respecto a los presos políticos. Todos los exiliados vascos deben estar en casa.
¿ETA pretende representar a todos ellos, o esos colectivos deben tener voz propia?
Esos colectivos tienen voz propia y deben seguir teniéndola, sin duda alguna. En la medida en que son agentes políticos, tienen derecho a participar en el proceso. Para construir un escenario de paz y libertad, constituyen uno de los activos políticos principales de Euskal Herria, y creemos que les corresponde una función importante a la hora de impulsar y reforzar el proceso.
En el ámbito negociador, en la medida en que deben superarse las consecuencias del conflicto en su globalidad, ETA asume la gestión de esos aspectos. No lo haría si no contara con la autorización de ambos colectivos. Además, de cara a la negociación, ETA ha adoptado un compromiso concreto: no tomará ninguna decisión que afecte a los presos y exiliados vascos sin contar con su aprobación.
La cuestión de las víctimas creará gran expectación y, quizá, mucha polémica. ¿Cuál será la posición de ETA?
En este tema existe una gran utilización política y manipulación. La principal víctima del conflicto es Euskal Herria, un pueblo que han pretendido hacer desaparecer y que ha sido continuamente agredido. Un pueblo que no ha podido construir su futuro desde la libertad. Las principales víctimas han sido las vascas y los vascos. No hay generación que haya conocido la paz y la libertad. ¿Quién mide el daño y el sufrimiento que ha provocado esa realidad? Se menciona el sufrimiento de estos últimos 43 años, ¿pero quién pone el límite? También podríamos retrotraernos más en el tiempo. Podríamos citar las matanzas sufridas por el pueblo vasco en el último siglo. ¿O es que la actual confrontación armada no prendió de los rescoldos que dejó el bombardeo de Gernika?
La confrontación armada de las últimas décadas ha causado mucho sufrimiento, sin duda. También las acciones de ETA. No somos insensibles.
Hemos conocido el sufrimiento en nuestras propias carnes. Sabemos lo que es perder compañeros de lucha, qué es el dolor, qué supone no tener al lado a los seres queridos. Pero no podemos estar de acuerdo con esa lectura que pretende hacer olvidar las claves del conflicto. No podemos estar de acuerdo con ese propósito de condenar la lucha por la libertad. No podemos estar de acuerdo con esa única realidad que pretenden presentarnos, y tampoco con esa actitud fascista y la sed de venganza que se está alimentando en los últimos años en España.
ETA tiene un compromiso absoluto con el proceso de resolución. Hay que solucionar definitivamente el conflicto, en su globalidad, superando todas las violencias y abordando las raíces del mismo. Ése es el único camino para construir un escenario de paz real y duradero y para garantizar que el conflicto no provocará más sufrimiento.
Junto a ello, hay que trabajar la memoria histórica. Se habla mucho del reconocimiento del sufrimiento y de las víctimas. Es importante. Y hay múltiples víctimas y sufrimientos generados por la violencia de los estados que siguen sin ser reconocidos: el terrorismo de estado, la tortura, los asesinatos de militantes de ETA, la violencia de las fuerzas policiales... En la mayoría de los casos, incluso se niega que haya ocurrido.
Euskal Herria está repleta de fuerzas policiales. ¿El proceso debe influir en esta situación?
El proceso debe conllevar la desmilitarización de Euskal Herria, sin duda alguna. El final de la confrontación armada no podría entenderse si Euskal Herria permanece llena de fuerzas armadas. Porque ¿cuál sería su objetivo si no es la amenaza de conculcar la voluntad de la ciudadanía vasca? ¿Cuál sería su función si no es la persecución de la actividad política del independentismo? Si la solución debe ser democrática, no debe estar bajo la amenaza de fuerzas armadas.
Además, es un paso fundamental también para cerrar las heridas que ha dejado el conflicto. Los distintos cuerpos armados han causado mucho dolor en este pueblo. Las páginas más oscuras de ese relato que hemos mencionado las ha escrito la Guardia Civil. Supondría un paso de gran importancia para la conciencia colectiva de la ciudadanía vasca.
¿Están dispuestos a hablar de desarme? ¿Han hablado de ello, por ejemplo, con la Comisión de Verificación?
La cuestión de las armas está incluida en la agenda de la negociación entre ETA y el Estado, y estamos dispuestos a hablar de ello y también a adoptar compromisos, en la lógica de la solución de todas las consecuencias del conflicto.
En cuanto a la segunda pregunta, no; no hemos tratado sobre ello con la Comisión de Verificación. Seguramente podría jugar un papel, pero hay que ir paso a paso.
¿Qué modelo negociador prevén? ¿Dónde, cómo, quién, ante quién...?
Hay que configurar un modelo negociador fuerte y efectivo. Para ello, hay que emprender conversaciones directas entre ETA y los estados español y francés, con la dinamización de algún agente internacional que ayude al proceso. Creemos también fundamental la participación de observadores internacionales para hacer seguimiento del desarrollo de los acuerdos que se adopten y, por tanto, como garantía del cumplimiento de esos acuerdos.
Respecto a la agenda negociadora, en nuestra opinión, hay tres temas principales: la vuelta a casa de todos los presos y exiliados políticos vascos, la inutilización de las armas de ETA y la desmilitarización de Euskal Herria. En la mesa de negociación hay que acordar las fórmulas para desarrollar todo eso, y se puede prever que será necesaria la ayuda de asesores.
El modelo está bastante asentado según la experiencia de anteriores procesos. Y ETA está dispuesta. Por lo tanto, el proceso de diálogo podría iniciarse mañana mismo si los gobiernos dan una respuesta positiva.
¿Y si los estados no están dispuestos a dar ningún paso significativo?
Puede que lo intenten, con la convicción de que bloqueando este carril frenarán el proceso político. O que lo hagan porque, simplemente, no quieren ninguna solución. Observando anteriores experiencias, no hay ninguna razón para confiar en la voluntad de los estados.
Eso dificultaría la situación, en la medida en que el proceso requiere de la participación de los estados. ¿Cómo se le podría hacer frente? Asumiendo el reto. Hay que actuar con paciencia, sin resignarse, prosiguiendo con la lucha y el trabajo diario, agrupando nuevas fuerzas, dando mayor eficacia a las ya existentes... El proceso no se va a desarrollar sólo en la mesa negociadora. La reivindicación y la presión popular tienen una función decisiva. Además, la decisión de ETA ha dado una responsabilidad añadida a toda la ciudadanía, y especialmente a la base social de la izquierda abertzale. Son tiempos de compromiso. Y resulta fundamental ser conscientes de ello.
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KONPONBIDEAK
Que el conflicto político requiere una solución política es una convicción extendida en Euskal Herria. Además, cada vez son más las voces que abogan por una nueva estructura jurídico-política. El derecho a decidir también es una referencia. ¿Cómo observa ETA el desarrollo del ámbito de la resolución política?
La resolución política debe responder a las claves del conflicto para que en Euskal Herria se instale una situación democrática. El primer paso es el proceso de diálogo que debe desarrollarse entre los agentes políticos y sociales vascos. Evidentemente, este proceso tendrá que llevarse a cabo sin ningún tipo de violencia ni de injerencia. El objetivo de las negociaciones debería ser un acuerdo democrático en el que se recoja una formulación pactada del reconocimiento de Euskal Herria y del derecho a decidir. De esa manera, todos los proyectos políticos serían materializables, incluida la independencia.
El acuerdo democrático debería recibir el respaldo legitimador de la ciudadanía vasca, en forma de ratificación en una consulta popular. A partir de ahí, debería abrirse un proceso de negociación entre los estados y una representación de los agentes políticos y sociales de Euskal Herria. No sobre el contenido del acuerdo, porque eso sólo les corresponde a los agentes vascos, y a los ciudadanos y ciudadanas vascos; el objetivo de esas negociaciones sería la aplicación de ese acuerdo democrático.
¿Detrás de estas opiniones existe una voluntad de tutelaje sobre la resolución política? Se trata de una de las acusaciones que siempre se ha repetido contra ETA.
ETA nunca será una amenaza para ese proceso, como ya ha quedado bien claro. Nunca lo ha sido. ETA tiene su opinión y hace sus reflexiones. Eso es lo que estamos haciendo. Pero ETA no estará sentada en la mesa de la negociación política. La que represente en esa mesa a la izquierda abertzale en su conjunto será la unidad popular, principal referencia política de la izquierda abertzale.
Las fuerzas favorables a España y Francia deberían participar por medio de los representantes que esos partidos tienen en Euskal Herria. Es necesario. Pero a partir de ahí, el proceso no debe sufrir ningún tipo de amenaza o injerencia exterior. Ni de los estados ni de nadie. Debe ser un proceso caracterizado por la voluntad y el deseo de la ciudadanía vasca; basado en su palabra y en su decisión.
También en otras ocasiones han manifestado que la voluntad de la ciudadanía constituye la base y la referencia. ¿Creen que se ha avanzado lo suficiente para que eso sea posible?
Se ha avanzado en lo que concierne a la conciencia y la madurez política de la ciudadanía vasca. Los ciudadanos y ciudadanas vascos quieren tomar la palabra, tanto en el proceso democrático como en el día a día de la vida política y social.
Por lo que respecta a las fuerzas favorables a España y Francia, aún no han hecho ese ejercicio democrático. Si pueden imponer su proyecto por la fuerza, no les importa la voluntad popular. No hay más que ver la arrogancia del Gobierno de Gasteiz, aun consciente de que carece de legitimidad democrática. De todas formas, no les será fácil dar la espalda a las demandas de la ciudadanía.
¿Tendrán las fuerzas políticas la suficiente madurez para materializar un acuerdo político que responda a la raíz del conflicto?
La sociedad vasca no aceptaría otra cosa. Desgraciadamente, en algunos sectores aún no se percibe suficiente madurez. Temen perder la privilegiada posición que les han otorgado la división de Euskal Herria y la imposición. Por eso ven el proceso como una amenaza, cuando debería ser una oportunidad para todos.
Creemos que se equivocan, porque el pueblo vasco no acepta por más tiempo ofertas políticas basadas en la imposición. También ellos están haciendo esa reflexión. Esos partidos saben que, en la situación que se ha abierto en Euskal Herria, tienen que reconsiderar sus posiciones si no quieren alejarse demasiado de la sociedad vasca. Pero está por ver si los resultados de esa reflexión les llevan a sumergirse en el proceso democrático. Por eso, la llave la tiene la sociedad vasca. El proceso se acelerará desde la exigencia y activación popular.
Surgen muchas dudas en torno a la forma de resolver la cuestión de la territorialidad.
Es una de las cuestiones clave del proceso. España y Francia han levantado su primera trinchera en la división territorial. Y con una situación de imposición de muchos años, han cavado un profundo agujero. Pero la resolución del conflicto político debe abordar al conjunto de Euskal Herria. En los diálogos entre los agentes políticos y sociales vascos debe buscarse una formulación concreta para el reconocimiento de la realidad nacional de Euskal Herria; teniendo en cuenta la actual realidad institucional, pero sin que la profundidad de ese agujero se convierta en un problema insalvable.
Es evidente que los ritmos serán diferentes. ¿Ven opciones de que en Ipar Euskal Herria se produzcan también cambios significativos?
Está claro que la confrontación con los dos estados ha tenido una evolución diferente y que la percepción de la sociedad y la evolución del nacionalismo tampoco ha sido la misma. Eso debe tenerse en cuenta, y puede influir en los ritmos y las formas. Pero en cuanto a los contenidos, siendo el conflicto político el mismo, las claves también son parecidas: reconocimiento y derecho de decisión. En Lapurdi, Baxe Nafarroa y Zuberoa existe una importante conciencia sobre eso, y desde sectores muy amplios se reivindica una institución propia que recoja el reconocimiento de Euskal Herria y que dote de los recursos necesarios para responder a sus necesidades. El reto es estructurar todo ello, con el objetivo de alcanzar el acuerdo democrático. La evolución de todo el proceso y la Conferencia Internacional pueden suponer un impulso.
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PROIEKTUA
¿Cuál podría ser la primera meta del proceso que se ha abierto en Euskal Herria? Históricamente la izquierda abertzale ha realizado propuestas concretas de cara a un marco democrático. ¿Se puede llegar a ese nivel? A priori, este proceso no lo garantiza, ¿verdad?
Además de superar las consecuencias del conflicto, se necesita el acuerdo democrático que ponga en vías de solución el conflicto político y que sitúe el suelo democrático. Ese es el primer objetivo del proceso: el reconocimiento de Euskal Herria y del derecho a decidir. Una vez instalado ese jalón, cada fuerza política tendrá la opción de presentar su propuesta. Será entonces cuando la izquierda abertzale haga la suya. Como usted dice, no hay garantía de que vaya a salir adelante. Eso depende del nivel de adhesión que sea capaz de recabar cada propuesta.
Siempre se han marcado como objetivo un Estado Vasco independiente. Después del paso histórico que acaban de dar, ¿cómo puede ser el camino hacia ese estadio?
Estamos recorriendo el camino hacia la independencia. Estamos estructurando el independentismo para que cuente con la referencialidad y el protagonismo que debe tener en la vida política de Euskal Herria. Hemos dado pasos importantes y hemos recibido el respaldo de muchos ciudadanos. Pero en este nuevo ciclo que acabamos de abrir, la izquierda abertzale tiene que prepararse para recorrer el camino hasta el final. Con una perspectiva a largo plazo, para reforzar las alianzas y recabar la adhesión de la mayoría de la ciudadanía. Y no sólo eso: debemos crear los mecanismos que nos permitan llegar a ser Estado; un Estado que esté al servicio de la ciudadanía y garantice la justicia social.
La construcción nacional debe ser el cimiento fundamental de la estrategia independentista. Y eso exige dar un salto importante en la organización, fortalecer la principal referencia política de la izquierda abertzale, de carácter independentista y socialista. Además, a medida que el proceso avance, deberán liberarse nuevas energías para la estrategia independentista, como las que hasta ahora han tenido otras funciones relacionadas con el conflicto. La izquierda abertzale se encuentra ante un gran reto, tan difícil como hermoso.
En lo que respecta a las fases, prevemos un proceso largo y escalonado mientras se crean las condiciones necesarias para dar el salto a la independencia. La primera batalla principal estará centrada en conseguir el reconocimiento de Euskal Herria y del derecho de decisión. Posteriormente, se puede prever la apertura de una fase de transición entre el reconocimiento del derecho de autodeterminación y su aplicación. Para esa fase de transición, la izquierda abertzale deberá hacer su propuesta táctica de cara a la consecución de la unidad territorial y a hacerse con nuevos recursos para profundizar en la construcción nacional. No se puede saber cuánto se prolongará esa fase; dependerá de las condiciones que seamos capaces de crear y del nivel de adhesión que recabe el proyecto independentista.
La crisis económica ha puesto en solfa todo el modelo. La izquierda abertzale, además del cambio político, asegura que también se necesita un cambio social. ¿Este proceso puede aportar algo en ese ámbito?
Tiene que hacerlo, sin duda. El proceso es integral y con muchas variables; entre otras, la del modelo social y económico. Euskal Herria necesita de mecanismos para responder a la situación actual, instrumentos que satisfagan las necesidades de la ciudadanía vasca. Y eso está estrechamente vinculado con el reconocimiento de Euskal Herria y del derecho a decidir. Incluso más en este momento en el que, desde el punto de vista económico, la dependencia respecto a España y Francia se está convirtiendo en un lastre.
¿Cuentan los estados con una oferta política para los vascos? El español, concretamente, sufre una profunda crisis. ¿Qué puede conllevar esa situación?
Los estados no tienen oferta política para Euskal Herria. El modelo que nos imponen no satisface los deseos de la ciudadanía vasca y no tiene respuestas para las demandas del pueblo vasco.
Ha citado la crisis del Estado español, y es cierto. Además de la económica, vive una profunda crisis política e institucional. El modelo autonómico creado a partir de la reforma política se tambalea. Y las disputas entre los poderes del Estado son constantes. A eso habría que añadir esa cultura política que se ha instalado en España por la que la disputa entre los partidos se desarrolla de forma agresiva y desmedida. El resultado es una inestabilidad estructural.
Sin oferta política y con la crisis estructural que padece, España es consciente de su debilidad estratégica en lo referente al proceso de Euskal Herria; de que en esa situación, el proceso va más allá de la resolución democrática y que adopta una dimensión estratégica. En el proceso no sólo está en juego el reconocimiento de los derechos de Euskal Herria, sino los escenarios que puedan abrirse con los siguientes pasos. Es una confrontación entre proyectos.
Por esa razón, se puede prever que el Estado español, consciente de su debilidad estratégica, tratará por todos los medios de entorpecer y embarrar el proceso político. El Estado no será un interlocutor fiable; nunca lo ha sido, pero menos ahora. Es posible que, a causa de ello, el proceso se bloquee. Y habrá que responder con iniciativas unilaterales, con reivindicaciones soberanistas unilaterales. Ahora más que nunca, el futuro es del pueblo.
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EUSKARAZKO BERTSIOA/JATORRIZKO BERTSIOA
ETAren adierazpena historikoa izan da. 50 urte eta gero, nola iritsi da erakundea erabaki hau hartzera?
Erabakia askapen prozesuaren une historikoarekin dago lotuta. Eta orain gauzatu den arren, hausnarketaren abiapuntua gutxienez hamarkada bat atzerago koka daiteke, Euskal Herrian aldaketa gauzatzeko baldintzak zeudela hausnartzen hasi ginenean. Ordutik begiratuta, hala ere, ez da prozesu egituratu eta lineala izan. Gogoeta sakon baten ontze prozesua izan dela esan genezake.
Hausnarketa horren erdigunean galdera bat agertzen zen: asimilazio saioa indargabetu baldin badugu eta aldaketarako baldintzak baldin badaude, zer egin behar dugu baldintza horiek aldaketarako aldagai erabakigarria izan daitezen?
Horrekin batera errealitate berri bat agertu zitzaigun. Lizarra-Garaziko esperientziak erakutsi zuen ahalmenak Estatuan alarma guztiak piztu zituen eta bere estrategian urrats kualitatibo bat ematea erabaki zuen: legez kanporatzearen bidez ezker abertzalea agertoki politikotik kanpo uztea. Azken helburua, oinarri sozialik gabe, erreferente politiko eta instituzionalik gabe, eraikuntza nazionalean sakontzeko aukerak indargabetuta, ezker abertzalearen ekimena borroka armatu hutsera murriztea zen, errepresio polizialak hala edo nola neutralizatuko zuela sinetsita.
Honek guztiak askapen prozesuan geldiune bat ekarri zuen, blokeoa. Eta kaltegarriagoa zena, sortutako baldintzak galtzeko arrisku bizian jarri zituen. Ezker abertzaleak iniziatiba hartu behar zuen, zepo horretatik ateratzeko eta aldaketa gauzatzea helburu zuen ziklo politiko berriaren oinarriak jartzeko. Hori, gainera, ezin zen edozein moduan egin. Ibilbideari sinesgarritasuna eman behar zitzaion eta zikloa bere osotasunean zabaltzeko bultzada erabakigarria behar zen. Ziklo bat itxi behar zen berria guztiz zabaltzeko. Eta horrek borroka armatuari bete-betean eragiten zion.
Orduan, askapen prozesuaren une historikoaz gain, borroka armatuaren inguruko eztabaida zehatza ere egin behar zen...
Bai, halaxe da. Eta ez da eztabaida erraza izan. Baina kezka nagusia zera zen: Euskal Herriak oraindik zapalduta eta bere eskubideek ukatuta jarraitzen badute, nola egingo dugu estatuek eraiki duten harresia erauzteko? Gure ustez, 50 urte hauetan borroka armatuak gauden unera iristeko eta dauden baldintzak sortzeko ekarpena egin du. Ekarpen handia.
Baina hemendik aurrera prozesua azkartzeko eta baldintza hobeak eskuratzeko agortze zantzuak ere erakutsi ditu. Gauden unean, gure proiektuarekiko atxikimendu gehiago biltzea, estatuekiko konfrontazioa herri gisa burutzeko indarrak metatzea eta aldaketaren alde dagoen gehiengo sozial horren aktibazioa izango dira harresia erauzteko gakoak. Horregatik hartu du ETAk bere erabaki historikoa. Urte hauetako borrokak utzi duen uzta jaso eta estrategia horren mesedetan jartzeko.
Agintari espainiarrek, ordea, erabakia porrotaren ondorio dela diote. Zer erantzungo zeniekete?
Porrotaren diskurtsoa estatuen estrategiaren parte da, ezker abertzalean etsipena sortzeko eta erabakiak une politiko honetan zabaltzen dituen aukerak indargabetzeko asmoarekin. Baina errealitatea bestelakoa da eta urduritasun handia dago orain arteko egoerarekin eroso zeudenen artean.
Aipatu dugun bezala, espainiar Estatuak ezker abertzalea akabatzeko zepoa prestatu zuen, baina alde egin diegu eta konfrontazioa agertoki berri batera eraman dugu, estatuen kontroletik kanpo.
Ezker abertzaleak, gainera, ez ditu bere helburu politikoak aldatu, ezker abertzaleak ez dio borrokatzeari utzi. Aldiz, babesa eta helburu horiek berak erdiesteko aukerak handitu egin dira, eta ibilbidearen sinesgarritasunak gora egin du. Independentismoa sendo egituratuta eta baliabide berriz hornituta dago. Euskal Herriaren eta erabakitzeko eskubidearen aitortza euskal jendartearen gehiengoaren eskakizuna da. Estatuen zapalkuntza eta jarrera itxia geroz eta higatuago dago Euskal Herrian. Gatazka agerian dago eta konponbidearen beharra eztabaida politikoaren erdigunean kokatuta dago. Eta Espainiak eta Frantziak badakite geroz eta zailtasun gehiago izango dutela eztabaida saihesteko. Oraindik bide puska luzea dugu askatasuna eskuratu arte eta ez da erraza izango, baina horretara goaz. Erabakitasun osoz.
Badakit ez dela zuen ohiko erregistroa, baina, zer sentitzen duzue erabakia hartu ondoren?
Ez da erraza barruan duguna azaltzea. Sentimendu asko pilatzen dira. Horrelako erabaki historiko batek erakunde honen parte diren eta izan diren burkide guztiak ekartzen dizkizu gogora. Borrokak betiko eraman dizkigun kideak. Oraindik preso daudenak. Euskal Herriko lurralde osoan ETA lagundu duten herritarrak. Ezker abertzaleko kideak. Gogora ekartzen dizkigu borrokaren une latzak, une zailak, sufrimendua. Eta baita kideekin bizi izandako une ederrak ere. Borrokak eman dizkigun pozak eta sortu dizkigun etsipenak.
Ardura sentimendu handia dago. Kide horiengatik, Euskal Herriagatik, askapen borrokagatik. Baita poza eta harrotasuna ere, erakunde honek bere txikitasunetik orain arte egin duen guztiarengatik. Konbentzimendua eta ilusioa, askapen borrokari zabaldu zaion agertoki berriarengatik. Gure seme-alabei askatasunezko etorkizuna eskaini ahal izateko itxaropena.
Eta zergatik ukatu, bada zerbait galdu dugun sentimendua, Euskal Herrian jende askok izan duen berdina. ETA ez delako soilik ETA osatzen dugun kideok. ETA, batez ere, herriarena da. Orain arteko bideak gu guztion bizitza markatu du. Izaera bat eman digu, nortasun bat. Euskal Herriari eman dio. Eta askapen borrokari bultzada emateko erabakia dela jakin arren, zaila da pilatutako sentimenduen barne korapilo hori ekiditea.
Nola baloratzen dituzue adierazpenaren ondoren izan diren erreakzioak?
Kasu gehienetan, adierazpenaren ondoren izandako erreakzioek aurretik idatzitako gidoiari erantzuten diotela esan daiteke. Hala ere, azpimarratu behar da den-denak erabaki historikoaren garrantziaz ohartu direla. Denek dakite ziklo berri bat zabaldu dela, eta ziklo horri begira posizioa finkatu nahi izan dute.
Bestela, oro har, euskal jendartean eta euskal eragileen artean erantzun positibo asko jaso ditu. Erabakiak konponbide osoaren aldeko aldarria indartu du, eta Madrili eta Parisi urrats zehatzak eskatzen zaizkie. Bi gobernuok ez dute neurria eman. Nola plantea daiteke ez dela ezer egin behar euskal jendarteak eta nazioarteko eragile garrantzitsuek zuzenean estatuak interpelatzen dituztenean? Gasteizko Gobernua ere galdu antzera ibili da, Euskal Herriko errealitatetik urrun. Ongi dago eragileekin elkarrizketa erronda bat zabaltzea. Baina nahiko lotsagarria da urgentziaz abiatutako errondak urgentziarik ez dagoela esatea helburu izatea.
Dena den, oraingo erreakzioak baino, etorkizunari begira bakoitzak hartuko duen jarrera da garrantzitsua. Eta ez soilik Frantzia eta Espainiako gobernuen aldetik. Euskal Herrian batzuk ETAren jarduera armatua jarri dute aitzakiatzat. Hori amaitu da. Eta orain zer? Zer egingo du ELAk? Zer egingo du PNVk Euskal Herriaren alde? Zer erabakitzeko eskubidea eskuratzeko? Zer egingo dute PSOEk, PPk eta UPNk euskal jendartearen gehiengoaren eskakizunen aurrean?
Zenbaitek Rajoyren «zuhurtasuna» azpimarratu du. Ados al zaudete?
Egia da erreakzioak orain arteko diskurtso ezkor, erasokor eta zentzugabearekin apurtzen duela. Une historiko honen aurrean, Espainiako presidente izateko aukera handiak dituenak gutxieneko arduraz jokatu behar du, eta pentsatzekoa da Rajoyk horrela ulertu duela.
Adierazpena Nazioarteko Konferentziari eman diozuen erantzuna da, baina urrunago doa, ezta?
Bai. Nazioarteko Konferentziak marraztu duen ibilbide orrian kokatzen den arren, erabakiak ikuspegi estrategikoa du eta askapen prozesuan zabaldu den zikloari erantzuten dio.
Hala ere, Konferentzia mugarria izan da. Nazioarteko eragileekin harremanik (zuzenean edo zeharka) izan al du ETAk?
Bai. Irailaren bukaerako agirian aipatu genuen bezala, denbora luzea daramagu konponbide prozesua sustatzeko lanean eta horretarako nazioarteko komunitatearen parte hartzea areagotzea garrantzitsua zen oso. Horregatik, harremanak izateaz gain, nazioarteko komunitatearen aurrean konpromisoak ere hartu ditugu.
Eta Gobernu espainiarrarekin?
ETA eta Espainiako Gobernuaren arteko zuzeneko bilkurarik ez da egin. Hala ere, azken hilabeteotan elkarren berri izan dugula esan daiteke eta, guk dakigula, PP jakinaren gainean dago.
Konferentziaren ekarpenetako bat Gobernu frantsesari ere zuzentzea izan da. Nola erantzun beharko luke?
Erantzun positiboa eman beharko luke. Frantzia gatazkaren parte da eta konponbidean parte hartze zuzena izan behar du. Gainera, Frantzian bertan geroz eta ahots gehiago altxatzen ari da Gobernuari urratsak eskatuz. Ezin du bere erantzukizuna gehiago saihestu, Espainiaren arazo hutsa izango bailitzan.
Izan al da inolako gutxieneko akordiorik, oinarri adosturik edo dena delakorik?
Lehenik argitu behar da oraingo prozesua ezberdina dela orain arte ezagutu ditugunekin alderatuta. Estatuen itxikeriaren aurrean ezker abertzaleak prozesua bere iniziatibatik abiatzeko erabakia hartu zuen, estatuen borondatearen esperoan gelditu gabe. Horregatik, bere ekimena eta konpromisoak Euskal Herriari eta nazioarteari zuzendu dizkie, gatazkaren konponbide justu eta demokratikoaren alde geroz eta indar gehiago aktibatzeko, pixkanaka estatuen estrategia pitzatu arte.
Erabaki ausarta izan zen eta emankorra izaten ari dela deritzogu. Estatuek bereari eutsi diote baina geroz eta zailtasun gehiagorekin, geroz eta higadura sakonagoarekin.
Zure galderara bueltatuz, gatazkaren konponbidea ekarriko lukeen akordio zehatzik edo akordio erresolutiborik ez dago. Baina konponbideak jarraitu behar dituen urratsen sekuentzia marrazten ari da, nolabaiteko ibilbide orri bat osatuz.
Alde anitzek eman behar dituzten urratsak finkatuta daude eta horietan aurrera egin beharra dago.
Estatu espainoleko hauteskunde nagusiak hortxe dira, eta segurutzat jotzen da Gobernua aldatuko dela. Zer ondorio izan dezake horrek, PPk oso jarrera bortitzak izan dituela kontuan hartuta?
Gure ustez Espainiako Gobernua zein alderdik kudeatzen duen ez da aldagai erabakigarria. Gainera, PPren posizioarekin alderatuz, ezin daiteke esan PSOEko Gobernuak gatazkaren konponbide demokratikoari heltzeko aparteko borondaterik erakutsi duenik.
Azaroaren 20tik aurrera osatuko den Espainiako Gobernuak edozein kolore duela ere, Euskal Herriarekin duen gatazka izango du mahai gainean. Eta Nazioarteko Konferentziak eta ETAk berak egin dioten dei zehatza. Baita ere euskal preso politikoen eskubideak errespetatzeko, ilegalizazioaren estrategia amaitzeko edota Euskal Herriaren eskubideak aitortzeko euskal jendartearen sektore zabalen aldarrikapenak. Gure ustez, espekulazioetan sartzea baino, aldarrikapen horien inguruan herritar gehiago atxikitzea eta presioa areagotzea da gakoa.
ATZERAKO BEGIRADA
Oso erabaki garrantzitsua da, une historikotzat hitz egin daiteke. Atzetik aurrera begiratuta, zein izan dira ETAren historian oraingoarekin aldera daitezkeen uneak? Beste une historikoren batekin konpara daiteke?
Bost hamarkada luze hauetako igarobide politikoan unean uneko erabaki garrantzitsu asko egon dira. Baina hiru dira ETAk bere historian hartu dituen erabaki garrantzitsuenak, Euskal Herriaren historia hurbila markatu eta markatuko dutenak. Lehena, frankismoaren erdialdean, Espainiako Estatuari aurre egiteko eta Euskal Herria askatzeko ETA eratu zenekoa. Bigarrena, erreforma espainiarrak Euskal Herriaren eskabideei erantzun ez zienean eta indar abertzaleen baitan zatiketa eman zenean, ETAk borroka armatuarekin jarraitzeko hautua egin zuenekoa. Eta hirugarrena, oraingo hau, borroka armatuaren amaieraren iragarpena.
Nolanahi ere, argi utzi behar da ETA ez dela sekula izan izaera politikoa duen talde armatu huts bat, baizik eta une historiko batean borroka armatua erabiltzea hautatu zuen erakunde politikoa.
Hala ere, EAJk dio ETA jaiotzetik dela akatsa, edo gutxienez orain hartu dena duela 30-35 urte hartu beharreko erabakia zela. Frankismoaren erreforman bertan egin zenutela huts dio, bai ETAk, bai ezker abertzaleak, oro har.
Euskal Herrian inork gutxik ikusten du akatsik ETAren jaiotzan. Nola zegoen Euskal Herria? Eta zer eskaintzen zuen PNVk horren aurrean? ETAren sorrerak ordura arteko egoera errotik aldatu eta ondorio sakonak utzi ditu luzera. Zapalkuntza itogarriak eragiten zuen etsipenaren aurrean askatasunaren aldeko borroka-eskaintza hedatu zuen. Eta horrekin batera Euskal Herriaren suspertze politiko, sozial eta kulturalari bultzada handia eman zion.
Egia da duela 34 urte borroka armatuaren amaieraren aukera mahai gainean egon zela. Xibertan izan zen hura eta PNVren hautuak zapuztu zuen, Espainiak inposatutako marko zatikatzailea onartu eta horren kudeaketan murgiltzea hobetsi zuenean.
Hautu horren ondorioz PNVk botere eremuak irabazi zituen, Espainiaren aldeko indarrekin batera independentismoa neutralizatzeko saiakeran bete-betean aritzearen truke. Zein da hautu horren balantzea Euskal Herriaren etorkizunari dagokionez? Urte luzez indar hegemonikoa izanik eta instituzio nagusiak kudeaturik, zer egin du PNVk Euskal Herriaren erabakitzeko eskubidea aitortua izan zedin? Zeintzuk dira egungo markoak Euskal Herriaren askatasunari eskaintzen dizkion aukerak? PNVren estrategiak egin du huts. Eta ez du ETAk soilik esaten, euskal jendartearen geroz eta sektore zabalagoek baizik. Horregatik darabil PNVk hain diskurtso erasokorra ezker abertzalearen aurka.
Ezker abertzaleak ez zuen amua irentsi eta erreformaren ondorengo aldian ere Euskal Herriaren eskubideen defentsari ekin zion, euskal nazioa eraikitzeko lanean buru-belarri jarduteaz batera. Garai hartan, Euskal Herriaren desagertzea bilatzen zuen amaraun juridiko-politikoaren aurrean ETAk erabaki garrantzitsua hartu zuen: borroka armatuarekin jarraitzea. Eta borroka armatuaren bidez, besteren artean, erreformaren zapalkuntza ereduak ez du inoiz errotzerik izan Euskal Herrian. Borroka armatuaren bidez, besteren artean, heldu da Euskal Herria askatasunaren ateak zabalik izatera.
Nazio eraikuntza haiek egin dutela esaten dute...
Zorionez, euskal nazioa eraikitzeko zereginean jende ugari aritu da. Baita PNVko zenbait militante ere. Nazio eraikuntza herriak egin du. Euskalgintzan, kulturan, irakaskuntzan, amalurraren defentsan, langileen eskubideen aldeko borrokan...
Auzolanak ordezkatu du instituzioen konpromiso eza. Eta ez hori bakarrik. Herritarren konpromisoak PNVk kudeatzen zituen instituzioetatik bideratutako erasoei aurre egin behar izan die. Beraiek sostengatu duten eredu neoliberalak herritarrei egin dien kaltea ikusi besterik ez dago. Euskal Herriak herritarren eta herri mugimenduaren bultzadaz egin du aurrera eta horrela izango da etorkizunean ere.
Historia ez da, ordea, biribil-biribila. Urte horietan guztietan egindakoaz autokritikarentzat ba al da lekurik?
Guk ez dugu gure historiaren irakurketa linealik egiten. Badakigu akatsak egin ditugula, ez dugula beti asmatu. Akats horietatik ikasten eta ahal den neurrian zuzentzen ahalegintzen gara. Erakunde iraultzaile gisa, autokritika iraunkorrean aritzen gara eta horren ondorio ere badira estrategia aldaketak eta estrategia egokipenak.
Hala ere, ezker abertzaleak badu, beste indarrekin konparatuta, sinesgarritasun gehiago ematen dion ezaugarri bat: Euskal Herriaren interesak beste ezeren gainetik jarri dituela beti eta horien defentsan ausart eta eskuzabal jokatu duela.
Xiberta, Aljer, Lizarra-Garazi eta azken negoziazio prozesua porrotak izan al ziren?
Inolaz ere ez. Une historiko horiek ez gaituzte guztiz asetzen, burura eramateko aukerarik egon ez zen neurrian. Baina den-denek utzi dituzte gauza positiboak, den-denek utzi dituzte irakaspenak.
Xiberta da agian etsigarriena. Euskal Herriaren ukazioari herri gisa erantzuteko lehenengo saioa izan zen eta ez zuen aurrera egiterik izan. Haustura sakona izan zen, hiru hamarkada luze igarota ere oraindik itxi ez den zauria. Eta Xibertako zauritik ere elikatu da gatazka. Aljerren, Estatua negoziazio mahaian eserraraztea lortu genuen. Hori gatazkaren onarpena eta askatasunaren alde borrokatzen zuen erakundearen aitortza zehatza izan zen, eta egindako hautuari sinesgarritasuna eman zion. Lizarra-Garazik agertoki politikoa errotik eta iraunkorki aldatu zuen. Ajuria Eneko itunak, ezker abertzalea isolatzeko asmoz, bortxazale eta demokraten arteko jendartearen sailkapena asmatu bazuen, aurrerantzean, alde batean Euskal Herriaren erabakitzeko eskubidea gatazkaren konponketaren giltzarria zela zioten abertzale, ezkertiar eta demokratak jarri ziren; eta bestean, Espainiako Konstituzioaren aldekoak. Egun sarritan aipatzen ditugun baldintzak orduko haziak erein zituen. Eta azken prozesuan gatazka konpontzeko metodoa eta edukiaren gakoak ezarrita gelditu ziren.
Askapen prozesua dinamikoa da eta esperientzia ezberdinen metaketatik eraikitzen da. Horregatik, seguruenik fase horietatik igaro beharra zegoen gauden unera iristeko. Esan daiteke, egun, horien guztien garapenean gaudela, indarrak bilduz eta negoziazio prozesu berri bat egituratuz. Eta orduko haietan ikasitakoaren esperientzia dugu.
Hala ere, sortutako aukerak ez ziren nahikoa sakondu. Zergatik?
Une historiko bakoitzak irakurketa espezifikoa eskatuko luke eta seguruenik ez litzateke azalpen bakar eta biribilik egongo. Horrelakoetan, alde bakoitzak egin zezakeen guztia egin ote zuen galdetu beharko lioke bere buruari.
Honek ez du esan nahi alde guztiek erantzukizun bera dutenik. Ezker abertzalea prozesu bakoitzean bururaino eramateko asmoarekin abiatu da, erantzukizunez, konponbide justu eta demokratikoa eskuratzeko helburuarekin. ETAk akordio guztiak bete ditu eta prozesuak formalki hautsi direnean ere ildo berari eutsi dio. Espainiako Estatuak, aldiz, jokabide maltzurra izan du. Ez zuen bakea eta konponbidea bilatzen, askapen borroka indargabetzea baizik. Prozesua hasi eta berehala beronen haustura bilatzen zuen, hausturaren kaltea ezker abertzaleak ordainduko zuelakoan. PNVren jokabidea ere aipatu beharra dago. Alderdi interesei begira aritu da, prozesuan aurrera egiteak sor zezakeen egoera berriaren beldur. Aljerren, bere jarrera erabakigarria izan zen prozesuaren hausturan eta azken prozesuan Estatuarekin lerrokatu zen. Lizarra-Garazin ere, prozesuak independentziarainoko bidea egiteko zuen potentzialitatea ikusi zuenean balazta jarri zuen.
Alde bakoitzaren jarreraz gain, ezker abertzaleak prozesu guztien balantzeetan ondorio komun bat atera du: ez genuela herriaren aktibazioan behar beste sakondu. Herriak izan behar du protagonismoa. Soilik herriak berma dezake prozesuaren garapena.
Eta zergatik izango da oraingoa ezberdina ?
Ez dago jakiterik oraingoa nolakoa izango den. Amaiera idatzi gabe dago. Euskal herritarrek, eta ezker abertzaleko kideek bereziki, oso presente izan behar dute. Dena lotuta dagoela pentsatzeko joera egon daiteke, ez dakigu zein mahaitan konponduko den. Ez. Herritarrek egin behar dute prozesua eta ezker abertzaleko militanteek erantzukizun handia dute. Inork ez digu ezer emango, guk irabazi behar dugu, eguneroko lan eta borrokarekin.
Ezker abertzalea erabakitasunarekin sartu da. ETAk hartu duen erabakiak, gainera, erabakitasun hori indartzen du. Gero prozesua denboran luza daiteke, estatuen jarreraren eta indar politikoen heldutasunaren arabera. Baina ez dago prozesua ez den beste aukerarik. Herriak elikatu behar du prozesua bururaino eraman arte.
Bistan da une historiko honetara iristeko zer ikusi handia izan dutela orain dela bizpahiru urte ezker abertzaleak egindako hausnarketak, eztabaidak eta erabakiek. 2010eko hasieran onartu zen «Zutik Euskal Herria» ebazpena. Gaurtik ikusita, zer balorazio egiten du ETAk prozesu hartaz guztiaz?
Lehenik aipamen bat egin nahi dugu. Askotan lotzen da une hau duela bizpahiru urteko eztabaidarekin. Eta badu garrantzia, estrategia aldaketaren eztabaida burutu zen neurrian. Baina, gure ustez, nolabait esateko, ez gaude apustu politikoaren bigarren edo hirugarren urtean, 52. urtean baizik. Atzerago ere joan gintezkeen seguruenik. Ikuspegi hau funtsezkoa da ezker abertzalearen hausnarketan, nondik gatozen eta nora goazen oroitarazteko.
Edonola ere, ezker abertzaleak bere hausnarketan bete-betean asmatu zuen. Askapen prozesuaren une historikoaren eta estatuen estrategiaren irakurketa egokia egin zuen. Urteetako borrokak sortu dituen baldintzen gainean, askapen prozesuaren geldiunea gainditzeko eta fase erabakigarrian sartzeko estrategia eraginkorra finkatu zuen. Estrategiaren egokitasuna luzera neurtu beharko den arren, duela bi urteko egoerarekin alderatuta, non geunden eta non gauden ikusita, bere hutsune guztiekin, irekitako bidearen emankortasuna eta prozesuaren bideragarritasuna erakutsi du orain arteko ibilbideak.
Nolanahi ere, prozesu honetan une politikoari buruzko irakurketan erabateko adostasunik ez dela izan nabarmena da, edo behintzat irudi hori islatu da.
Bai, egia da. Irakurketa ezberdinak egon ziren eta horrek estrategiaren atal guztien eztabaidari eragin zion: prozesua zabaltzeko uneari, prozesuaren ezaugarritzeari edota borroka armatuaren beraren funtzioari. Beste batzuetan, estrategiarekin bat egin arren desadostasunak zehaztapenetan egon ziren. Eta irakurketaz haratago ere beste arazo batzuk egon ziren, eztabaida prozesua zabaltzeko eta garatzeko moduaren inguruan batez ere. Eztabaida emankorra izan arren, zauriak eta kezkak utzi zituen. ETAk, bere ardurari dagokionez, autokritika egin du, une horretan ezker abertzaleari begira zegokion funtzioa ez zuelako behar bezala bete.
Egoera horretan Espainiako Estatuak ahalegin handia egin zuen ezker abertzalearen zatiketa bultzatzeko. Baina ez zuen lortu, ezker abertzaleak heldutasun eta ardura handia erakutsi duelako.
Kontraesanak kudeatzeko eta ikuspegiak bateratzeko bitartekoak jarri ziren. Onartuta, beti ere, ikuspegi ezberdinak egon daitezkeela eta zilegi dela. Eta egun harrotasunez esan dezakegu barne kohesio handia dagoela ezker abertzalean, beste indar askotan ez bezala.
Zenbait arduradun eta ordezkari politikok gatazkaren «kontakizuna»ri sekulako garrantzia eman dio. ETA dela arazoaren iturburu nagusia argi geratu behar omen du. Zer diozue?
Gatazkaren errelatoa gatazka beraren konponbidea bideratzean egin beharko da. Guk Euskal Herriak bakea eta askatasuna eskuratu zitueneko kontakizuna izatea nahi dugu, noizbait ikasiko den euskal estatuaren sorreraren historia izan dadin. Eta zeregin kolektiboa izatea nahiko genuke, bakoitzak dagokion atala idatzita. Errelatoa orain idatzi nahi dutenek, ordea, Euskal Herria egungo inposizio egoeran utzi nahi dute betiko. Horregatik kokatu nahi dute ETA arazoaren iturburu, logika guztien kontra. Gatazka ez zen hasi ETAren sorrerarekin eta gatazka ez da bukatu ETAk bere jarduera armatuaren amaiera iragarrita, euskal jendartearen konponbidearen aldeko aldarriak aski argi azaltzen duenez.
Gatazkaren ondorioei heltzeko eta horiei aterabidea emateko mahai baten inguruan aritzeko prest zaudete. Gai nagusietako bat presoena da. ETAren aburuz, nola, zer terminotan, erantzun behar zaio gaiari? Non dago gutxienekoa gai honetan?
Lehenik, gaiari termino politiko eta orokorretan erantzun behar zaio. Ziklo bat ixteaz ari garelarik, konponbideak kolektiboa behar du izan. Bigarrenik, prozesuak euskal preso guztien etxeratzea ekarri behar du. Gainerako aukerak mendeku asmotik plantea daitezke edota interes politiko zehatzengatik, baina ez konponbide sendo eta iraunkorra eraiki nahi bada. Inork irudika lezake bakea Espainia eta Frantziako espetxeak euskal preso politikoz beteta daudenean? Beste kontu bat da, garrantzitsua hau ere, hori nola gauzatzen den. Hori da elkarrizketa mahaian hitz egin eta adostu behar dena.
Denborak ere badu garrantzia. Ikuspegi politikotik eta humanotik, ahalik eta azkarren konpondu beharko litzateke. Horrek sendotasun eta sinesgarritasun handia emango liokeelako prozesuari.
Eta iheslariak? Egoera arras ezberdinak egon daitezke kolektibo horretan.
Egoera ezberdinak daude, bai, eta horietako batzuen konponbidea ez litzateke gehiegi luzatu beharko. Aurretik ere Iheslarien Kolektiboak berak hartu izan du iniziatiba, ekimen politiko moduan. Bestela, preso politikoei buruz esandakoak balio du. Euskal iheslari guztiak etxean egon behar dira.
ETAk horiek guztiak ordezkatzeko asmoa al du, edo kolektibo horiek ahots propioa izan behar dutela uste duzue?
Kolektibo horiek ahots propioa dute eta izan behar dute, zalantzarik gabe. Eragile politiko diren neurrian, prozesuan parte hartzeko eskubidea dute. Bake eta askatasun agertoki bat eraikitzeko Euskal Herriak duen aktibo nagusienetakoa da, eta prozesua bultzatu eta sendotzeko funtzio garrantzitsua dagokiela uste dugu.
Negoziazio esparruan, gatazkaren ondorioak bere osotasunean gainditu behar direnez, ETAk bere gain hartzen du eremu horien kudeaketa. Ez luke egingo bi kolektiboen baimena izango ez balu. Gainera, negoziazioei begira konpromiso zehatza hartu du ETAk: ez du euskal preso eta iheslariei eragiten dien erabakirik hartuko beraien oniritzirik gabe.
Biktimen gaiak sortuko du jakin-mina eta, beharbada, baita zalaparta ere. Zein izango da ETAren posizioa?
Gai honetan erabilpen politiko eta desitxuratze itzela dago. Gatazkaren biktima nagusia Euskal Herria da, desagerrarazi nahi izan den eta etengabe erasotua izan den herria. Bere etorkizuna askatasunez egiterik izan ez duen herria. Biktima nagusiak euskal gizon eta emakumeak dira. Ez dago bakea eta askatasuna ezagutu duen belaunaldirik. Nork neurtzen du horrek eragin duen kaltea, horrek eragin duen sufrimendua? Azken 43 urteetako sufrimendua aipatzen da, baina nork jartzen du muga? Atzerago ere joan gintezkeen. Aipa genitzakeen azken mendean Euskal Herriak pairatu dituen sarraskiak. Edo ez al da egungo konfrontazio armatua Gernikako bonbardaketak utzi zituen txingarretatik piztu?
Azken hamarkadetako konfrontazio armatuak sufrimendu ugari eragin du, zalantzarik gabe. Baita ETAren ekintzek ere. Gu ez gara insensibleak.
Sufrimendua gure larruan ezagutu dugu. Badakigu ongi zer den burkideak galtzea, zer den mina, zer den maite ditugunak ondoan ez izatea. Baina ezin dugu bat egin gatazkaren gakoak ahaztu nahi dituen irakurketarekin. Ezin dugu bat egin askatasunaren aldeko borroka gaitzestea bilatzen duten asmoekin. Ezin dugu bat egin aurkeztu nahi zaigun errealitate bakarrarekin, ez eta azken urteotan Espainian elikatzen ari den jokabide faxista eta mendeku gosearekin ere.
ETAk erabateko konpromisoa du konponbide prozesuarekin. Gatazka behin betiko konpondu behar da, bere osotasunean, indarkeria oro gaindituz eta gatazkaren erroei helduz. Hori da egiazko bake egoera iraunkorra sortzeko eta gatazkak sufrimendu gehiago eragingo ez duela bermatzeko bide bakarra.
Horrekin batera, memoria historikoa landu beharra dago. Sarritan hitz egiten da sufrimenduaren eta biktimen aitortzaz. Garrantzitsua da. Eta estatuen indarkeriak eragindako biktima eta sufrimendu ugari aitortu gabe dago: estatu terrorismoa, tortura, ETAko militanteen erailtzeak, indar polizialek eragindakoa... Gehienetan gertatu denik ere ukatu egiten da.
Euskal Herria indar polizialez beteta dago. Prozesu honek inolako ondoriorik izan behar du egoera horretan?
Zalantzarik gabe, Euskal Herriaren desmilitarizazioa ekarri behar du prozesuak. Ezin da ulertu konfrontazio armatuaren amaiera Euskal Herria indar armatuz beteta baldin badago. Zein helburu lukete horiek euskal herritarren borondatea bortxatzeko mehatxu egitea ez baldin bada? Zein zeregin lukete independentismoaren jarduera politikoaren jazarpena ez bada? Konponbidea demokratikoa izango bada, ezin da indar armatuen mehatxupean egon.
Gainera, gatazkak utzi dituen zauriak sendatzeko ere ezinbesteko urratsa da. Indar armatu ezberdinek kalte handia eragin diote herri honi. Aipatu errelato horren orrialderik beltzenak Guardia Zibilak idatzi ditu. Euskal herritarren sentipen kolektiboan garrantzia handiko urratsa litzateke.
Armak desegiteaz hitz egiteko prest al zaudete? Horretaz hitz egin al duzue, adibidez, Egiaztatze Batzordearekin?
Armen auzia ETA eta estatuen arteko negoziazio agendan dagoen gaietako bat da eta prest gaude horretaz hitz egiteko eta konpromisoak hartzeko, gatazkaren ondorio guztien konponbidearen logikan.
Bigarren galderari dagokionez, ez, ez dugu Egiaztatze Batzordearekin horretaz hitz egin. Seguru aski funtzio bat bete ahalko luke, baina urratsez urrats joan behar da.
Nolako eredu negoziatzaile aurreikusten duzue? Non, nola, nork, noren aurrean...?
Negoziazio eredu sendo eta eraginkorra egituratu behar da. Horretarako, ETAren eta Frantzia eta Espainiako estatuen arteko aurrez aurreko elkarrizketak abiatu behar dira, prozesua lagunduko duen nazioarteko eragileren baten dinamizazioarekin. Nazioarteko behatzaileen parte hartzeari ere funtsezkoa deritzogu, eskuratuko diren akordioen garapenaren jarraipena egiteko eta, beraz, akordioak betetzeko berme gisa.
Negoziazio agendari dagokionez, gure ustez hiru gai nagusi daude: euskal preso eta iheslari politiko guztien etxeratzea, ETAren armen desegitea eta Euskal Herriaren desmilitarizazioa. Horiek gauzatzeko formulak adostu behar dira negoziazio mahaian eta aholkularien laguntzaren beharra aurreikus daiteke.
Eredua aurreko prozesuen esperientziatik nahiko finkatuta dago. Eta ETA prest dago. Beraz, elkarrizketa prozesua bihar bertan has daiteke gobernuek erantzun positiboa ematen badute.
Eta estatuek urrats esanguratsurik egin nahi ez badute?
Gerta daiteke horretan ahalegintzea, errail hau blokeatuta prozesu politikoa geldiaraziko dutelakoan. Edo, besterik gabe, inolako konponbiderik ez dutelako nahi. Aurreko esperientziak ikusita, ez dago estatuen borondatean konfiantzarik izateko arrazoirik.
Horrek egoera zaila sortuko luke, prozesuak estatuen parte hartzea behar duen neurrian. Nola aurre egin dakiokeen? Erronkari eutsiz. Pazientziarekin jokatu behar da, etsi gabe, eguneroko borroka eta lanarekin jarraituz, indar berriak bilduz, ditugun indarrak eraginkorrago bilakatuz...
Prozesua ez da soilik negoziazio mahaian emango. Herri aldarrikapenak eta herri presioak funtzio erabakigarria daukate. Gainera, ETAren erabakiak herritar guztiei, eta ezker abertzalearen oinarri sozialari batez ere, erantzukizun erantsia eman die. Konpromiso garaia da. Eta funtsezkoa da horretaz jabetzea.
Gatazka politikoak konponbide politikoa behar duela uste zabaldua da Euskal Herrian. Azkenaldian, gainera, egitura juridiko-politiko berri baten aldeko ahotsak ugaritu egin dira. Erabakitzeko eskubidea ere erreferentzia da. Nola ikusten du ETAk konponbide politikoaren eremuaren garapena?
Konponbide politikoak gatazkaren gakoei erantzun behar die Euskal Herrian egiazko egoera demokratikoa ezartzeko. Lehenengo urratsa euskal eragile politiko eta sozialen artean garatu behar den elkarrizketa prozesua da. Noski, prozesu hau inolako indarkeriarik gabe eta inolako esku-hartzerik gabe gauzatu beharko litzateke. Negoziazioen helburua Euskal Herriaren eta erabakitzeko eskubidearen aitortzaren formulazio adostua jasoko lukeen akordio demokratikoa eskuratzea litzateke. Horrela, proiektu politiko guztiak ahalezkoak izango lirateke, independentzia barne.
Akordio demokratikoak euskal herritarren babesaren zilegitasuna jaso beharko luke, herri kontsultan berretsita. Hortik aurrera, estatuen eta Euskal Herriko eragile politiko eta sozialen ordezkaritzaren artean negoziazio prozesua zabaldu beharko litzateke. Ez akordioaren edukiaren inguruan, hori soilik euskal eragileei eta euskal herritarrei dagokielako; negoziazio hauen helburua akordio demokratikoa ezartzea litzateke.
Zuen iritzi horien atzean konponbide politikoa tutelatzeko gogoa egon al daiteke? Horixe da beti ETAri egin zaion akusazioetako bat.
ETA ez da inoiz prozesu horrekiko mehatxu izango, dagoeneko aski argi gelditu denez. Inoiz ez da izan. ETAk bere iritzia du eta bere hausnarketak egiten ditu. Horiek dira mahairatzen ari garenak. Baina ETA ez da konponbide politikoaren mahaian eserita egongo. Ezker abertzalearen erreferentzia politiko nagusia den herritar batasunak ordezkatuko du ezker abertzale osoa mahai horretan. Espainia eta Frantziaren aldeko indarrek Euskal Herrian dituzten ordezkarien bidez parte hartu beharko lukete. Beharrezkoa da. Baina hortik haratago, prozesuak ezin du inolako kanpo mehatxu eta esku-hartzerik izan. Ez estatuena, ez beste inorena. Euskal herritarren borondate eta nahiaren araberako prozesua izan behar da. Euskal herritarren hitza eta erabakiaren araberakoa.
Herritarren borondatea dela oinarria eta erreferentzia esan duzue beste batzuetan ere, baina hori gauzatu ahal izateko nahikoa aurreratu dela uste al duzue?
Aurreratu da euskal herritarren kontzientziari eta heldutasun politikoari dagokionez. Euskal herritarrek hitza hartu nahi dute, bai prozesu demokratikoan bai eguneroko bizitza politiko eta sozialean.
Espainia eta Frantziaren aldeko indarrek, aldiz, ariketa demokratikoa egiteke dute oraindik. Indar politiko hauei ez zaie herritarren nahia axola euren proiektua indarrez inposatzerik badute. Gasteizko Gobernuaren harrokeria ikusi besterik ez dago, inolako zilegitasun demokratikorik ez duela jakinda. Dena dela, ez dute erraza izango herritarren eskaerei bizkarra ematea.
Gatazkaren muinari erantzungo liokeen akordio politikoa erdiesteko behar besteko heldutasunik izango al dute indar politikoek?
Euskal jendarteak ez luke besterik onartuko. Tamalez, sektore batzuetan oraindik ez da heldutasun nahikorik antzematen. Euskal Herriaren zatiketak eta inposizioak eman dien posizio pribilegiatua galtzeko beldur dira. Horregatik, prozesua mehatxutzat hartzen dute, guztiontzako aukera beharko lukeenean.
Gure ustez oker dabiltza, Euskal Herriak inposizioan oinarritzen den eskaintza politikorik ez duelako gehiago onartzen. Beraiek ere hausnarketa hori egiten ari dira. Indar horiek badakite Euskal Herrian zabaldu den egoeran euren posizioa egokitu beharko dutela euskal jendartetik gehiegi urrundu nahi ez badute. Hausnarketa horren emaitzak prozesu demokratikoan murgiltzera eramango ote dituen, aldiz, ikusteko dago. Horregatik, giltza euskal jendarteak dauka. Herriaren exijentzitik eta aktibaziotik azkartuko da prozesua.
Lurraldetasunaren auzia nola konpondu, horrek ere zalantza franko sortzen ditu.
Lurraldetasunaren auzia prozesuaren gakoetako bat da. Espainiak eta Frantziak lurralde zatiketan eraiki dute euren lehenengo lubakia. Eta urtetan zehar inposaturiko egoeran zulo sakona aitzurtu dute. Baina gatazka politikoaren konponbideak Euskal Herri osoari eragin behar dio. Euskal eragile politiko eta sozialen arteko elkarrizketetan Euskal Herriko errealitate nazionalaren aitortzari formulazio zehatza bilatu beharko zaio, egungo errealitate instituzionala kontuan hartuz, baina zuloaren sakonera arazo gaindiezina bilakatu gabe.
Erritmo ezberdinak izango direla argi dago. Ipar Euskal Herrian ere aldaketa esanguratsuak izateko aukerarik ikusten al duzue?
Argi dago bi estatuekiko konfrontazioak bilakaera ezberdina izan duela eta jendartearen pertzepzioa eta abertzaletasunaren garapena ere ez dela berdina. Hori kontuan hartu behar da, eta erritmoetan eta moldeetan eragin dezake.
Edukietan, aldiz, gatazka politiko bera izanik, gakoak ere bertsuak dira: aitortza eta erabakitzeko eskubidea. Lapurdin, Baxe Nafarroan eta Zuberoan kontzientzia handia dago horren inguruan, eta oso sektore zabaletatik Euskal Herriaren aitortza jasoko duen eta Euskal Herriaren beharrei erantzuteko beharrezko baliabidez hornituko duen instituzio propioa aldarrikatzen da.
Prozesu hori egituratzea da erronka, akordio demokratikoa eskuratzeko helburuarekin. Eta prozesu osoaren garapenak eta Nazioarteko Konferentziak bultzada eman diezaiokete.
Euskal Herrian ireki den prozesuaren lehen helmuga zein izan daiteke? Historikoki, ezker abertzaleak marko demokratikorako proposamen zehatzak egin ditu. Maila horretara iritsi al daiteke? Prozesu honek ez du aldez aurretik halakorik bermatzen, ezta?
Gatazkaren ondorioak gainditzearekin batera, gatazka politikoa konponbidean jarriko duen akordio demokratikoa behar da. Akordio horrek lursoro demokratikoa ezarriko du. Hori izango da prozesuaren lehen helmuga: Euskal Herriaren eta erabakitzeko eskubidearen aitortza. Mugarri hori finkatuta, indar politiko bakoitzak bere proposamen zehatza aurkezteko aukera zabalduko da. Une horretan ezker abertzaleak berea aurkeztu beharko du. Zuk diozun bezala, ez dago aurrera aterako den bermerik. Proposamen bakoitzak biltzen duen atxikimenduaren araberakoa izango da.
Euskal Estatu independientea izan duzue, beti, azken helburutzat. Egin duzuen urrats historiko hau eta gero, nola ikusten duzue helburu horretaraino egin beharreko bidea?
Independentziarainoko bidea egiten ari gara. Independentismoa egituratzen ari gara, Euskal Herriko bizitza politikoan izan behar duen erreferentzia eta protagonismoa har dezan. Urrats garrantzitsuak eman ditugu eta herritar askoren babesa jaso dugu. Baina zabaldu dugun ziklo honetan ezker abertzalea bidea bururaino ibiltzeko prestatu behar da. Ikusmira luzearekin, aliantzak sendotzeko eta herritarren gehiengoaren atxikimendua biltzeko helburuarekin. Eta ez hori bakarrik: estatua izatera iristeko tresnak sortu behar ditugu. Herritarren zerbitzura egongo den eta justizia soziala bermatuko duen estatua.
Nazio eraikuntza estrategia independentistaren oinarrizko zutabea izan behar da. Eta horrek antolakuntzan jauzi handia ematea eskatzen du, independentista eta sozialista izango den ezker abertzalearen erreferentzia politiko nagusia indartzea.
Prozesu honek aurrera egin ahala, gainera, estrategia independentistarako energia berriak askatu beharko dira, orain arte gatazkari lotutako beste zereginetan egon direnak. Erronka handia du ezker abertzaleak, erronka zail bezain ederra.
Faseen ikuspegitik, prozesu luze eta mailakatua aurreikusten dugu, independentziarako jauzia emateko beharrezko baldintzak sortu bitartean. Lehenengo bataila nagusia Euskal Herriaren eta erabakitzeko eskubidearen aitortza eskuratzea izango da. Ondoren, autodeterminazio eskubidea aitortzen denetik aplikatzen den arte, trantsizio fase bat zabalduko dela aurreikus daiteke. Trantsizio fase horretarako ezker abertzaleak bere proposamen taktikoa egin beharko du, lurralde batasuna eskuratzeko eta nazio eraikuntzan sakontzeko baliabide berriak izate-ko helburuarekin. Fase hori zenbat luzatuko den ez dago jakiterik. Sortuko ditugun baldintzen eta egitasmo independentistak jasotzen duen atxikimenduaren arabera egongo da.
Krisi ekonomikoak eredu osoa jarri du zalantzan. Ezker abertzaleak, aldaketa politikoaz gain, aldaketa soziala ere behar dela aldarrikatzen du. Prozesu honek zerbait ekar al dezake alor honetan?
Ekarri behar du, zalantzarik gabe. Prozesua integrala da eta aldagai asko ukitzen ditu. Tartean eredu sozial eta ekonomikoarena. Euskal Herriak egungo egoerari erantzuteko tresnak behar ditu, euskal herritarren beharrak asetzeko bitartekoak. Eta hori oso lotuta dago Euskal Herriaren eta erabakitzeko eskubidearen aitortzarekin. Are gehiago ikuspegi ekonomikotik Espainia eta Frantziarekiko menpekotasuna zama bilakatzen ari den honetan.
Estatuek ba al dute eskaintza politikorik euskal herritarrentzat? Adibidez, Estatu espainolak oso krisi sakona bizi du. Zer ekar dezake horrek guztiak?
Estatuek ez dute Euskal Herriarentzako eskaintza politikorik. Inposatzen duten ereduak ez ditu euskal herritarren nahiak asetzen. Eta ez du erantzunik Euskal Herriaren eskakizunentzako.
Espainiako Estatuaren krisia aipatu duzu, eta halaxe da. Krisi ekonomikoaz gain, krisi politiko eta instituzional sakona bizi du. Erreforma politikoarekin eratu zuten eredu autonomikoa kolokan dago. Eta estatu botereen arteko liskarrak etengabeak dira. Horri gehitu behar zaio alderdien arteko lehia modu erasokorrean eta neurririk gabe gauzatzeko Espainian garatu den kultura politikoa. Emaitza, egiturazko ezegonkortasuna da.
Eskaintza politikorik gabe eta bizi duen egiturazko krisiarekin, Espainiak badaki Euskal Herriko prozesuari begira ahultasun estrategikoa duela eta egoera horretan prozesua konponbide demokratikotik haratago doala eta dimentsio estrategikoa hartzen duela. Prozesuan ez da soilik Euskal Herriaren eskubideen aitortza ebazten, hurrengo urratsetan etor daitezkeen agertokiak baizik. Proiektuen arteko konfrontazioa da.
Horregatik, Espainiako Estatuak, bere ahultasun estrategikoaz jabeturik, prozesu politikoa zangotrabatzeko eta lokazteko ahalegin guztiak egingo dituela aurreikus daiteke. Estatua ez da solaskide fidagarria izango. Ez da inoiz izan, baina are gutxiago orain. Horren ondorioz, gerta daiteke prozesua blokeatzea. Eta aldebakarreko ekimenekin erantzun beharko da, aldebakarreko burujabetza aldarrikape- nekin. Inoiz baino gehiago etorkizuna herriarena da.

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