CASO PRETORIA:ALAVEDRA Y PRENAFETA ESCENIFICARON LA CHULERIA CONVERGENTE Y PRESUMIERON DE "HABLAR" CON LOS CONSEJEROS SOCIALISTAS NADAL Y CASTELLS
MAUDILI PRIETO
Mientras Montilla se desgañita en Madrid para pedir respeto al Estatut,ERC le deja las decisiones de la gran corrupción de la cultura catalana,como es el caso Millet y Patxi López se dedica a convertir a Gasteiz en la capital regional de la CAV,el caso Pretoria ha dado un paso de gigante con lo que varios medios van publicando y confirmando las líneas que trazó ORAIN en su dia.Y es que CIU no tiene honor nu nombre ni dignidad.Y es que,según han publicado en "El Periódico de Catalunya",los exdirigentes de CiU Macià Alavedra y Lluís Prenafeta eran conocidos en el caso Pretoria como «los conseguidores». Su papel consistía en desplegar «una actividad agotadora» para lograr «voluntades en el ámbito político y público» a favor del resto de miembros de esta trama. A cambio, cobraban comisiones.Es decir,que los "abueletes" del partido que tantos cachorros aleccionaron y así nos han salido,buscaban "complementar" su "mísera" pensión de jubilación. Así consta en el auto de prisión dictado por el juez Baltasar Garzón, instructor de un caso en el que están imputadas una veintena de personas.Fuentes de la investigación han revelado que en las intervenciones telefónicas acordadas por el magistrado de la Audiencia Nacional, Alavedra y Prenafeta alardean de poder hablar con el conseller de Economia, Antoni Castells, y con el de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal, para sortear "problemas administrativos y burocráticos". En estas conversaciones, los exdirigentes convergentes presumían de sus contactos y de su facilidad para llegar a los despachos oficiales. El presidente de CiU, Artur Mas, admitió tras destaparse el caso que habló con Prenafeta, quien le pidió el teléfono de una concejal de Cerdanyola del Vallès para tratar sobre un proyecto urbanístico en el municipio al que Convergència se oponía,localidad que tiene relación con uno de los temas tratados por esta revista,ya que el marido de Lorea Cortada fue concejal hace una década de dicho consistorio por CIU.¿Casualidades de la vida o modus operandi bicéfalo de la federación catalanista?.
Fuentes jurídicas han adelantado que las gestiones de Alavedra y Prenafeta con Castells y Nadal no llegaron a buen puerto. Estas fuentes apuntan que los políticos, o no llegaron a reunirse con los imputados, o que, si lo hicieron, no cedieron a sus pretensiones. Es más, los exaltos cargos confesaron en sus declaraciones que no habían «conseguido nada» de estos contactos.Por ello, la investigación judicial abandonó esta vía de indagación y no citó a los políticos mencionados por los imputados. No obstante, estas labores sí permitieron a Garzón imputar a Alavedra y Prenafeta un delito de tráfico de influencias. En su opinión, este delito se consume «por las gestiones realizadas, tengan o no éxito las mismas».El juez explicó en el auto de prisión que dictó en octubre del 2009 que los exdirigentes de CiU utilizaron sus contactos «con organismos oficiales» para facilitar los proyectos empresariales de Lluís Casamitjana imputado también en esta trama y que estas actividades cesaron solo con su detención, ya que días antes seguían haciendo gestiones «respecto de un edificio para la Generalitat y una promoción en Cerdanyola». Alavedra y Prenafeta, según fuentes de la investigación, se mostraron sorprendidos ante el juez por su detención, hasta el punto de que le explicaron que llevaban más de 20 años realizando este tipo de gestiones. Por ello, creían que era legal.El cabecilla de la trama es el exdiputado del PSC Luis García, Luigi, que actuaba como una especie de «consejero», y también figuran mandos municipales, como el exalcalde de Santa Coloma de Gramenet,Bartomeu Muñoz, y el exgerente del Institut Català del Sòl Emili Mas, quien en unas charlas telefónicas pidió a otros miembros de la trama que le emitieran facturas falsas para justificar el empleo de fondos europeos.Sólo falta que acabe el proceso de digitalización para que finalice esta historia tan truculenta donde socialistas y convergentes acabaron haciendo lo que ni Mas ni Montilla aspiran:a una coalición de gobierno.
Mientras Montilla se desgañita en Madrid para pedir respeto al Estatut,ERC le deja las decisiones de la gran corrupción de la cultura catalana,como es el caso Millet y Patxi López se dedica a convertir a Gasteiz en la capital regional de la CAV,el caso Pretoria ha dado un paso de gigante con lo que varios medios van publicando y confirmando las líneas que trazó ORAIN en su dia.Y es que CIU no tiene honor nu nombre ni dignidad.Y es que,según han publicado en "El Periódico de Catalunya",los exdirigentes de CiU Macià Alavedra y Lluís Prenafeta eran conocidos en el caso Pretoria como «los conseguidores». Su papel consistía en desplegar «una actividad agotadora» para lograr «voluntades en el ámbito político y público» a favor del resto de miembros de esta trama. A cambio, cobraban comisiones.Es decir,que los "abueletes" del partido que tantos cachorros aleccionaron y así nos han salido,buscaban "complementar" su "mísera" pensión de jubilación. Así consta en el auto de prisión dictado por el juez Baltasar Garzón, instructor de un caso en el que están imputadas una veintena de personas.Fuentes de la investigación han revelado que en las intervenciones telefónicas acordadas por el magistrado de la Audiencia Nacional, Alavedra y Prenafeta alardean de poder hablar con el conseller de Economia, Antoni Castells, y con el de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal, para sortear "problemas administrativos y burocráticos". En estas conversaciones, los exdirigentes convergentes presumían de sus contactos y de su facilidad para llegar a los despachos oficiales. El presidente de CiU, Artur Mas, admitió tras destaparse el caso que habló con Prenafeta, quien le pidió el teléfono de una concejal de Cerdanyola del Vallès para tratar sobre un proyecto urbanístico en el municipio al que Convergència se oponía,localidad que tiene relación con uno de los temas tratados por esta revista,ya que el marido de Lorea Cortada fue concejal hace una década de dicho consistorio por CIU.¿Casualidades de la vida o modus operandi bicéfalo de la federación catalanista?.
Fuentes jurídicas han adelantado que las gestiones de Alavedra y Prenafeta con Castells y Nadal no llegaron a buen puerto. Estas fuentes apuntan que los políticos, o no llegaron a reunirse con los imputados, o que, si lo hicieron, no cedieron a sus pretensiones. Es más, los exaltos cargos confesaron en sus declaraciones que no habían «conseguido nada» de estos contactos.Por ello, la investigación judicial abandonó esta vía de indagación y no citó a los políticos mencionados por los imputados. No obstante, estas labores sí permitieron a Garzón imputar a Alavedra y Prenafeta un delito de tráfico de influencias. En su opinión, este delito se consume «por las gestiones realizadas, tengan o no éxito las mismas».El juez explicó en el auto de prisión que dictó en octubre del 2009 que los exdirigentes de CiU utilizaron sus contactos «con organismos oficiales» para facilitar los proyectos empresariales de Lluís Casamitjana imputado también en esta trama y que estas actividades cesaron solo con su detención, ya que días antes seguían haciendo gestiones «respecto de un edificio para la Generalitat y una promoción en Cerdanyola». Alavedra y Prenafeta, según fuentes de la investigación, se mostraron sorprendidos ante el juez por su detención, hasta el punto de que le explicaron que llevaban más de 20 años realizando este tipo de gestiones. Por ello, creían que era legal.El cabecilla de la trama es el exdiputado del PSC Luis García, Luigi, que actuaba como una especie de «consejero», y también figuran mandos municipales, como el exalcalde de Santa Coloma de Gramenet,Bartomeu Muñoz, y el exgerente del Institut Català del Sòl Emili Mas, quien en unas charlas telefónicas pidió a otros miembros de la trama que le emitieran facturas falsas para justificar el empleo de fondos europeos.Sólo falta que acabe el proceso de digitalización para que finalice esta historia tan truculenta donde socialistas y convergentes acabaron haciendo lo que ni Mas ni Montilla aspiran:a una coalición de gobierno.
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