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LA AUDIENCIA ESPAÑOLA NO PUEDE ENTENDER A UN MILLÓN DE "CIUDADANOS ESPAÑOLES"

LA AUDIENCIA ESPAÑOLA NO PUEDE ENTENDER A UN MILLÓN DE "CIUDADANOS ESPAÑOLES" La juez de la Audiencia Nacional española,Ángela Murillo,ha vuelto a protagonizar una escena digna de libreto de comedia.En la segunda sesión del juicio abierto contra Arnaldo Otegi, Ixiar Galardi, Josune Irakulis, Jon Enparantza y Estanis Etxaburu se han visionado los vídeos grabados por ETB y TVE en el acto celebrado en Zornotza hace cinco años para pedir la excarcelación de Jose Mari Sagardui, "Gatza".
Al término del visionado de las grabaciones de las televisiones públicas vasca y española, las acusaciones y el tribunal han reconocido que no entienden "ni papa" de lo que se dijo en aquel acto porque todas las manifestaciones son en euskara y en el sumario no existe traducción al castellano,hecho absolutamente contrario a la diligencia que,sin embargo,tienen con juicios contra miembros de los grupos islamístas,normalmente de orígen árabe y con NIE acogido a la Ley 4/2000 de extranjería.En plena fase documental, en la recta final del juicio, la prueba sobre la que se sustentarían las imputaciones es incomprensible para los acusadores y juzgadores, quienes han acordado la suspensión para decidir si se hace la traducción.Poco después se ha realizado una traducción, rechazada por la defensa de los procesados al ser incorrecta. Según Jone Goirizelaia,"la acusación ha partido de un mal punto de partida,que es traer la acusación ante un tribunal que no entiende ni papa".La sala ha decidido prolongar un día más el juicio, para que mañana puedan oír otra traducción.Previamente, han declarado periodistas de GARA, "El Mundo" y "El Correo" que cubrieron el acto del verano de 2005.Con la afirmación de Murillo y su tribunal,lo evidencia es que el Estado invierte más dinero en traducir lenguas de otros estados y,sin embargo,menosprecian al euskara,a pesar de ser lengua oficial del Estado español,tal y como ha afirmado el nuevo presidente de RTVE,el exministro de Defensa español,Alberto Oliart,que ha garantizado que el antiguo ente "no discriminará ninguna lengua del Estado".¿Dónde está la coherencia que puede llevar a la invalidación de un juicio y ya existen precedentes al respecto?.¿Puede entender el tribunal a un millón de ciudadanos con el DNI?.
Pero el libreto no acaba aquí.En la quinta sesión del juicio contra «Egunkaria» celebrada ayer en la Audiencia Nacional española, los peritos de la defensa manifestaron que en los documentos incautados a los imputados, y que son la base de la acusación, hay errores de traducción. Indicaron que los originales han sufrido añadidos, supresiones y un «gran número de errores no aislados» que influyen en la comprensión de los documentos. El juicio se retomará el 1 de febrero.testigos de la defensa, entre los cuales se encontraban Nerea Azurmendi, periodista de «El Diario Vasco» y profesora de la Universidad de Deusto; Sebastián Barinagarrementeria, ex responsable de gestión de Orain SA; Simeon Barroso, director de la empresa de informática Apika; Ander Larrañaga, responsable de la imprenta Antza; Jonan Fernandez, director del centro Baketik; Imanol Igeregi, responsable de la cooperativa Ikastolak; Joxe Azurmendi, filósofo y escritor; y Joseba Intxausti, historiador y escritor.Nerea Azurmendi, quien fuera subdirectora de «Egunkaria» y miembro del Consejo de Administración en sus inicios, aseguró, al igual que los demás testigos, que «ni ETA ni KAS tuvieron parte o intervinieron en el diario». Por su parte, Barinagarrementeria declaró sobre la relación que tuvo Orain SA, empresa editora de «Egin», con «Egunkaria» y aclaró que era «puramente comercial», ya que «Egunkaria», al no disponer de rotativa, se imprimía en las instalaciones de «Egin».Asimismo, Barroso, Larrañaga, Fernandez, Zubeldia e Intxausti, también refrendaron que ni los procesados ni el diario clausurado tuvieron relación alguna con ETA. Joxe Azurmendi explicó que Joan Mari Torrealdai llegó al proyecto Egunkaria Sortzen desde Jakin, y que tenía «responsabilidades» porque Martin Ugalde y Karlos Santamaria lo conocían. Asimismo, Azurmendi recordó las torturas sufridas por el imputado y relató que él mismo le confesó haber sufrido tratos vejatorios a su salida de prisión.Tras la declaración de los testigos de la defensa llegó el turno de los peritos, primero los caligráficos y posteriormente los traductores. En primer lugar ocurrió una confusión con los traductores que dieron el visto bueno a la traducción realizada por la Guardia Civil, ya que la traductora llamada a declarar ayer no tuvo nada que ver con ese trabajo.Posteriormente, la perito traductora llamada por la defensa, Begoña Montorio, dejó en evidencia los errores detectados en las traducciones de los documentos interceptados a los imputados. Según la intérprete, se pueden apreciar errores como la traducción de «ene uste apalean» (significa «en mi humilde opinión») a «en nuestra opinión en la estantería». Pero Montorio señaló que en algunas traducciones «se aprecia la intención de reflejar ideas que no existen» en los documentos originales. Así, denunció que palabras como «elkarrizketa» o «banaketa», se han traducido a «negociación» y «votación».El 3 de febrero el juicio quedará visto para sentencia.


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